¿Cómo se hace el retrato hablado de un delincuente?
¿Cómo se hace el retrato hablado de un delincuente? En enero de 1959, un sujeto armado atracó una tienda de licores de Los Ángeles, California, y se llevó todo el dinero. Fue un robo...
¿Cómo se hace el retrato hablado de un delincuente?
En enero de 1959, un sujeto armado atracó una tienda de licores de Los Ángeles, California, y se llevó todo el dinero. Fue un robo intrascendente, salvo por un detalle: el dueño de la tienda proporcionó una detallada descripción del ladrón que permitió a la policía crear un retrato fiel del delincuente.
Ese retrato hablado circuló por toda la zona. Pronto, el asaltante fue identificado y arrestado. Después confesó su delito y recibió su castigo; de ese modo se convirtió en el primer delincuente del mundo capturado mediante el Identikit
.
El Identikit fue concebido hacia 1945 por Hugh C. McDonald, detective de la Oficina de Identificación de Los Ángeles. Tomó unas 50,000 fotografías de rostros, las recortó en 12 secciones principales y las usó como base para su sistema. Éste consistía en unos 400 tipos contrastantes de ojos, labios, narices, barbillas, limites del cuero cabelludo, cejas, barbas, bigotes y otros elementos.
Para lograr el parecido, las diversas características ?dibujadas en hojas de plástico transparente? se intercambian y sobreponen hasta crear un retrato de la persona buscada.
El uso de fotografías y dibujos para identificar y aprehender a los delincuentes data de la década de 1880, cuando el criminólogo francés Alphonse Bertillon estableció el sistema que él llamó portrait parlé (“retrato hablado”). Se comenzó con el empleo de fotografías de frente y de perfil de los delincuentes capturados, cortadas en secciones y montadas de modo que se mostraran las características particulares, como una nariz aguileña, una barbilla afilada, orejas salientes, etc. Esto ayudaba a los policías a reconocer a los delincuentes buscados si los llegaban a ver en la calle.
A mediados de la década de 1970, se introdujo una segunda versión del Identikit, la que actualmente está más difundida. La perfeccionó Pat Dunleavy, agente de la Real Policía Montada de Canadá, y se basa en hojas de plástico con fotografías de rasgos faciales.
En el Reino Unido, desde 1970 la policía ha usado un sistema llamado PhotoF1T (siglas en inglés de técnica de identificación facial). Para el PhotoFIT se emplean además fotografías de gente “común” montadas en delgadas hojas de plástico. El conjunto básico es de cinco secciones y consta de 195 clases de límites del cuero cabelludo, 99 de ojos y cejas, 89 de narices, 105 de bocas y 74 de mentones y mejillas, lo cual permite hacer millones de combinaciones. Con micas intercambiables es posible agregar otras características, como anteojos, bigotes y barba. Las piezas se cortan de modo que el ancho y el largo del rostro así obtenido queden dentro de un marco que las mantiene en su lugar.
El patrón básico del PhotoFIT está integrado por rostros caucásicos (de raza blanca), pero tiene otros complementarios, con los rasgos de los indios norteamericanos, los nativos de la India y los aborígenes de tribus afro antillanas. Todavía no se elabora uno de rostros orientales. La policía interroga a los testigos tan pronto como es posible después de los acontecimientos, pues en la mayoría de la gente la capacidad de recordar disminuye mucho luego de una semana.
Tanto para el Identikit como para el PhotoFIT, los detectives empiezan por pedir a los testigos que recuerden detalles del delito en sí. Después pasan a la descripción general del sospechoso. Por ejemplo, ¿era bajo y fornido, o alto y delgado? ¿Qué ropa vestía? ¿Qué hacía en el lugar del delito? Sólo al final de este interrogatorio se les pregunta acerca de los rasgos de la cara.
Los detectives revisan “atlas de rasgos faciales” del PhotoFIT o del Identikit, y hacen una selección. Los rostros se van formando al colocar las hojas o las tiras seleccionadas unas encima de otras.
En muchos casos se pide a un dibujante que afine el retrato. Se le coloca encima una hoja de plástico transparente y en ella se añaden ciertos detalles, como la sombra de la barba, manchas de la piel, cicatrices o cejas de forma peculiar. La imagen se cubre después con un fijador para dibujo y el testigo la firma.
Por medio de la computación se mejoran los retratos. Esto permite dibujar rostros en extremo vividos en la pantalla de una computadora, de acuerdo con la descripción de los testigos, y hacer retoques finos a la imagen. Así se logran impresiones de calidad fotográfica.
Cómo son y cómo funcionan casi todas las cosas