¿Cómo se pueden separar los continentes?
Buena parte de las pruebas que apoyan la teoria de la deriva continental proceden del estudio de la Dorsal Atlántica Central. Curvada hacia el sur desde Islandia como una gigantesca costura, esta cordillera submarina marca el límite entre placas adyacentes de la corteza de igual modo que lo hacen otras crestas en los demás océanos.
Estas crestas oceánicas son zonas de actividad volcánica. A lo largo de ellas brotan constantemente materiales fundidos procedentes del interior de la Tierra, que se solidifican convirtiéndose en parte del lecho oceánico. A medida que se añaden franjas de nueva roca a los bordes de las placas a cada lado de la cresta, el suelo marino se va extendiendo lentamente a ambos lados. Las rocas más jóvenes desplazan hacia un lado a las viejas.
El movimiento es de sólo unos cinco centímetros al año, pero esta especie de acción de cinta transportadora ensanchó en el transcurso de decenas de millones de años el océano Atlántíco y separó Sudamérica de África.
¿Qué ocurre cuando chocan las placas
Las placas de la corteza terrestre no pueden continuar creciendo indefinidamente, y donde sus bordes exteriores chocan, la tierra tíembla. Cuando la placa que sostiene el subcontinente Índico derivó hacia el norte contra la placa eurásica, la colisión produjo la larga cordillera del Himalaya.
En otros lugares, las zonas de colisión están marcadas por profundas fosas oceánicas. Se formaron cuando los bordes de una placa se deslizaron por debajo de la otra y luego se fundieron al introducirse hacia el interior incandescente de la Tierra. Cuando una placa oceánica choca con una placa continental, como en la costa occidental de Sudamérica, la colisión va acompañada de terremotos, volcanes y un violento surgir de montañas, como son los Andes. Cuando dos placas oceánicas chocan por debajo del mar, emergen del suelo marino curvadas cadenas de islas volcánicas como es el caso de Indonesia, Japón y las Filipinas.
Los porqués de la Naturaleza