¿Cómo se reproducen los helechos?
Cualquiera que sea la disposición de los sacos de esporas de un helecho, su destino final es el mismo: cuando las esporas maduran, los sacos se abren y las esparcen al viento, pues son...
Cualquiera que sea la disposición de los sacos de esporas de un helecho, su destino final es el mismo: cuando las esporas maduran, los sacos se abren y las esparcen al viento, pues son unos gránulos tan ligeros que parecen polvo.
Las que van a parar a lugares propicios, germinan y dan lugar a unas pequeñas plantas planas que suelen tener forma de corazón y se denominan protalos. La mayoría no suelen alcanzar más de centímetro y medio de longitud.
Como los de los licopodios y equisetos, los protalos de los helechos producen gametos masculinos y femeninos, llamados respectivamente espermatozoides y oosferas.
Cuando maduran, los espermatozoides fecundan a las oosferas y del huevo o cigoto resultante nace una nueva planta productora de esporas.
Pero los helechos también se multiplican por otros medios. De los tallos subterráneos pueden surgir nuevos ramilletes de frondas que van extendiendo la planta hasta formar grandes colonias.
Algunos helechos emiten diminutas protuberancias semejantes a bulbos en el envés de las pínulas; cuando maduran, los bulbillos caen y se desarrollan formando nuevas plantas.
El llamado helecho caminante recibe ese nombre por su peculiar procedimiento de multiplicarse: en las puntas de sus frondas lanceoladas nacen pequeñas plántulas; entonces las frondas se inclinan hasta tocar el suelo lo que permite a las plantitas arraigarse y seguir ?caminando?.
Entre los helechos menos representativos se encuentran los que viven en el agua. Algunos arraigan en el fondo de las charcas poco profundas, como la Marsilea quadrifolia, llamada a veces trébol de agua por la forma de sus frondas. Otros han prescindido totalmente de las raíces y flotan en lagos, lagunas y corrientes lentas.
Uno de estos helechos flotantes, la salvinia, muestra hileras de hojas casi circulares y cubre la superficie del agua como una alfombra verde.
Otros, los llamados helechos mosquiteros americanos Azolla tienen hojas más pequeñas todavía, pero crecen tan profusamente y forman masas tan densas que a veces se han usado para combatir a los mosquitos, ya que impiden a las larvas salir a la superficie para respirar.
Estos diminutos helechos se consideran auténticas plagas en algunas zonas, pues forman masas tan compactas que impiden la navegación, la pesca y otros usos de las aguas.