Así es como son los piquetes de chinche. Evita confundirlos
Es importante saber distinguir cómo son las picaduras de las chinches, insectos que chupan tu sangre hasta tener tres veces su tamaño.
Las chinches no comen con modales –chupan tu sangre hasta que se sienten satisfechas. Cuando ya no pueden más, sus planos cuerpos se hinchan hasta tres veces su tamaño.
Probablemente tengas marcas en la piel a causa de su glotonería, así que mantente al tanto para que las descubras a tiempo.
Algunas personas son inmunes a las picaduras de chinche, o sea que su cuerpo no reacciona a ellas y no terminan con marcas.
“Generalmente, las personas que reaccionan mal a la saliva de los mosquitos también reaccionarán a las chinches; y en la dirección contraria, quienes no reaccionan a los mosquitos probablemente tampoco presenten reacción alguna a las chinches”, dice Jody Green, entomóloga urbana de la Universidad de Nebraska-Lincoln.
Si no terminas con una roncha o con mucha comezón, deberías buscar otras señales antes de pensar que tienes una plaga.
Generalmente te picarán donde puedan. Esto quiere decir que quizá te ataquen en el cuello, cara, brazos, muñecas, piernas o tobillos. Pero también podrían hacerlo en el torso y espalda.
“Las picaduras de chinche causan hinchazón y comezón, sobre todo en la cara, y esto incluye los párpados”, dice la dermatóloga A. Yasmine Kirkorian, profesora adjunta de dermatología y pediatría del Children’s National Health System.
Si resultas con picaduras en los párpados, puede que sí tengas una infestación.
Pueden hacerlo, pero no van a viajar tanto, dice Green. “Las chinches prefieren encontrar otro sitio para picarte antes de llegar al área genital”. Además, no son muy buenas navegando entre el cabello –esto quiere decir que tu cabeza está más segura.
¿Entonces las personas peludas están salvadas? No, tampoco. “También le pican a las personas con mucho vello, pero lo hacen donde encuentran más piel libre, como en los tobillos o en el cuello”, dice Green.
“Generalmente, las chinches pican varias veces seguidas, así que tendrás varios piquetes juntos. Esto es a lo que llamamos desayuno, comida y cena”, dice la Dra. Kirkorian.
Este patrón se debe a que las chinches prueban varias partes de nuestra piel hasta encontrar la más dulce: un área donde los folículos capilares estén suficientemente cerca de la superficie para que la sangre fluya libremente.
Sus picaduras suelen hincharse y volverse rojas. También pueden aparecer en patrones zigzagueantes debido a que nos movemos cuando nos están picando, interrumpiendo su cena.
Las pulgas saltan de tus mascotas hacia las alfombras de tu casa, así que te pican en la parte baja de las piernas y en los tobillos. Sus piquetes son pequeños y rojos.
Otra diferencia: “los piquetes de pulga sí se sienten –generalmente pican detrás de las rodillas y causan dolor”, dice Green. Los piquetes de mosquito, por otro lado, causan ronchas grandes que crecen aún más si las rascas.
En realidad, no –lo más probable es que sigas dormido mientras te pican. Brittany Campbell, entomóloga del National Pest Management Association, dice que las chinches liberan un agente anestésico (a través de la saliva) cuando te pican.
La mayoría de los piquetes de chinche no requieren ningún cuidado médico, pero pueden infectarse si los rascas. Algunas personas presentan reacciones sistemáticas en otras partes del cuerpo.
“Depende del número de piquetes, del tiempo que la persona lleve sufriéndolos, de cómo reaccione a los piquetes y de dónde los reciba”, dice Green.
En algunos casos muy raros sí es necesario tomar medidas extremas por un piquete de chinche –por ejemplo, si descubres que tienes dificultad para respirar, si cambia tu ritmo cardíaco, se te inflama la lengua o sientes mareos.
Definitivamente, las chinches prefieren comer de alguien que se queda quieto al dormir, pero eso no salva a quienes se mueven mucho. “Cuando una chinche necesita comer, intentará hacerlo entre la media noche y las 5:00 am.
Con unos diez minutos les basta para extraer lo que necesitan de ti”, dice Green.
Como no pueden moverse entre el pelo, prefieren picarle a los humanos que a los perros o a los gatos. “Si le pican a una mascota, lo harán en la panza, donde tienen menos pelo.
Según ciertos estudios, a las chinches no les gusta estar cerca de áreas con mucho pelo porque hace más lento su trabajo y le da tiempo al huésped de ubicarlas”, dice Campbell.
Nadie te culpa por pensar que un piquete de chinche significa que tienes una infestación, pero no siempre es el caso.
“Es importante decir que una infestación de chinches no se puede detectar a partir de los piquetes, porque la reacción de cada persona es distinta y dependerá de sus sistema inmune. Además, puede ser que estés confundiendo el piquete de otro insecto con un piquete de chinche”.
Generalmente, las personas que sí presentan alguna reacción a los piquetes de chinche sufren mucha comezón. Una vez que te han picado, es difícil quitarte la comezón, pero las cremas con pramocaína pueden ser muy buenas. Puedes probar con alguna crema que contenga este analgésico y calamina.
También los antihistamínicos orales son bastante efectivos. Si aún así sigues con comezón, algunos esteroides o la triamcinolona pueden ayudarte.
Sabemos que el simple hecho de comenzar a pensar en las chinches puede quitarte el sueño. Habla con tu doctor si comienzas a sufrir insomnio. En ese caso, puede ser útil un antihistamínico con anestésico.
Recuerda que antes de cualquier tratamiento debes asegurarte de tener una muy buena higiene y cuidados, dice Larry Bishop, dermatólogo de Health First Medical Group: asegúrate de lavar el área con agua y jabón; pero si ya está irritada o te notas algún sarpullido, mejor ve con un doctor.
Como remedios, el Dr. Bishop recomienda aceite de menta: “funciona por dos razones: es un vasoconstrictor, así que disminuye la irritación y el dolor ocasionado por un piquete de chinche. Además, funciona como calmante porque estimula los nervios de la zona”. Puedes añadir algunas gotas de aceite a tu bañera, o puedes usarlo diluido con aceite de coco o de oliva.
También el bálsamo de limón es muy efectivo para tratar las picaduras de insectos. Para hacerlo, toma algunas hojas y machácalas con los dedos. Aplica el extracto directamente sobre la roncha y envuelve con un vendaje. “Tiene propiedades calmantes y antibacterianas”, dice el Dr. Bishop. La saliva es lo que produce las reacciones alérgicas, así que entre más rápido la neutralices, mejor.