Cómo ser un ‘buen’ escéptico de tu salud: No caigas en trampas

En la era de la información, todos hemos caído en la tentación de consultar al “Dr. Google” para autodiagnosticarnos o entender mejor nuestros síntomas. Sin embargo, según una encuesta reciente de Healthline, el 52% de las personas recurre a redes sociales y el 37% a motores de búsqueda para obtener información sobre salud, mientras que solo el 34% consulta a un médico. Este comportamiento, aunque comprensible, puede ser peligroso si no se maneja con escepticismo y criterio.

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El problema de la desinformación en salud

Los expertos del Hospital Houston Methodist advierten que no toda la información disponible en línea es confiable. Un estudio de la Universidad de Chicago analizó más de 200 videos populares sobre infecciones sinusales en TikTok y descubrió que la mayoría, publicados por influencers sin formación médica, eran inexactos. A pesar de ello, estos videos acumularon más de 300 millones de visualizaciones.

Además, buscar síntomas en Google puede generar ansiedad innecesaria y llevarte a gastar dinero en suplementos o productos que prometen beneficios milagrosos. La realidad es que no hay evidencia sólida de que la mayoría de estos productos prevengan o curen enfermedades, y algunos incluso pueden aumentar el riesgo de ciertas afecciones.

Suplementos: ¿Amigos o enemigos?

La industria de los suplementos dietéticos es multimillonaria, con un valor de mercado de 43 mil millones de dólares en 2022. Aunque algunos suplementos pueden ser beneficiosos, como la vitamina D para personas con deficiencias, otros representan riesgos. Por ejemplo, la vitamina E y el selenio, alguna vez promocionados para prevenir el cáncer de próstata, no solo no reducen el riesgo, sino que pueden aumentarlo.

El término “orina costosa” describe el desperdicio de dinero en suplementos innecesarios, como los de fertilidad masculina. Aunque nutrientes como la CoQ10 y el zinc son importantes para la salud del esperma en estudios in vitro, no hay evidencia sólida de que consumirlos en grandes cantidades mejore la fertilidad en el cuerpo humano.

Pruebas de detección: ¿Cuáles son realmente necesarias?

Las pruebas de detección, como análisis de sangre y mamografías, son fundamentales para identificar enfermedades temprano. Sin embargo, someterse a pruebas sin una pregunta médica específica puede generar más problemas que soluciones. Los expertos advierten que un resultado “fuera del rango normal” no siempre indica un problema de salud significativo.

Por ejemplo, la testosterona baja (low T) es un valor que históricamente se ignoraba, pero ahora se sabe que puede afectar el deseo sexual, la masa muscular y el estado de ánimo. Sin embargo, autodiagnosticarse basándose en síntomas generales puede llevar a confusiones y tratamientos innecesarios.

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El escepticismo como herramienta de salud

Ser escéptico no significa rechazar toda la información disponible, sino cuestionarla con criterio. Los escaneos corporales completos y análisis de sangre que evalúan más de 100 biomarcadores, por ejemplo, no están respaldados como estrategias efectivas para la población general.

En última instancia, la clave es mantener una actitud crítica y colaborar con profesionales de la salud. La curiosidad y la disposición a cuestionar son cualidades que, bien aplicadas, te convertirán en un mejor guardián de tu propio bienestar.

En un mundo lleno de información contradictoria, ser un “buen” escéptico de tu propia salud es esencial. Aprende a distinguir entre mitos y verdades, consulta fuentes confiables y colabora con profesionales para tomar decisiones informadas. Tu salud es demasiado importante para dejarla en manos del Dr. Google.

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