“El imperio de los niños” es un término que escuché por primera vez de un profesional de la educación. Hacía referencia a los niños que gobiernan sobre la vida y decisiones de sus padres y maestros; se presenta generalmente cuando existe una falta de autoridad o liderazgo, y los tutores o padres ceden ante las “necesidades” de sus hijos.
El problema radica en que los padres de esta generación estamos muy influenciados por la mercadotecnia, las falsas exigencias sociales, económicas e incluso profesionales.
De igual manera, la circunstancia de vida (familias monoparentales o divididas, y trabajos sumamente demandantes) orillan a no poder convivir diariamente con nuestros hijos, esto a su vez provoca que tratemos de compensar la ausencia con regalos materiales, olvidando darnos un trato digno a nosotros como adultos y, en consecuencia, a ellos como niños.
Desafortunadamente, esto es cada vez más frecuente: no es casualidad que grandes cadenas televisivas produzcan reality shows sumamente exitosos, donde nanas modernas, al más puro estilo de Mary Poppins, llegan al rescate de familias donde reina la anarquía.
No te desanimes, nunca es tarde para aplicar estrategias para que tu vida tome un curso más armonioso. Ojo, “ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre”, porque tampoco se trata de imponerse, como dice mi madre, “a punta de gritos y sombrerazos”, ya que “resuelves” la conducta de tus hijos de esta manera, lograrás tus objetivos, pero lo que tus niños aprenderán es que papá o mamá es malo y que si no obedece será lastimado o maltratado de alguna forma. Ese tipo de conductas de los padres se convierte en autoritarismo, en exceso de autoridad.
Primero hay que tener claro los siguientes conceptos para poder aplicarlos:
1) Estructura
La estructura es el modo en que está construido u organizado un todo; el arreglo o la disposición de sus partes o elementos. La estructura familiar está constituida por los miembros de la familia y la forma en que estos se organizan, se distribuyen y relacionan. En esta existen roles, jerarquías y funciones; hay padres y hay hijos; hay padres guías y niños, adolescentes y jóvenes en proceso de ser adultos. La estructura familiar constituye el terreno que el niño pisa y le da pautas para saber qué esperar.
2) Disciplina
Son reglas familiares claras; recompensas y castigos con los que se aprende a manejar, estimular y modificar los comportamientos.
3) Autoridad
La autoridad es la potestad que ejerce una persona sobre otra, un mando legítimo. Cuando ésta se ejerce con pautas donde el educando se siente guiado, acompañado y en confianza, seguramente lo obedecerá.
No ponerse de acuerdo, ya sea entre los cónyuges o personas que cuidan a los hijos, hará que cada uno ejerza pautas de disciplina diferentes que confundirán a los niños.
Esto se logra con un sistema de castigos y recompensas claras y consistentes.
Los niños que se sienten vistos, elogiados y tomados en cuenta por sus padres o personas que los cuidan, tienden a obedecer más que los niños que se sienten ignorados, criticados o juzgados constantemente.
Cuando los adultos están en conflicto y pelean enfrente de los niños, se faltan al respeto y gritan. Esto provoca mucho estrés en los niños y falta de cooperación por su parte, pues no se les está modelando con el ejemplo.
Nunca contradecir a un adulto enfrente de los niños, aunque uno de los dos cónyuges no esté de acuerdo, (a menos que sea una decisión que ponga en riesgo o peligro a su hijo). Las aclaraciones y nuevos acuerdos se hacen lejos del niño.
La mayoría de los niños no obedecen sólo por fastidiar a sus padres o porque ellos quieren ejercer su propia autoridad. El problema de que los padres la pierdan y los niños la ganen es que ellos no tienen la madurez para distinguir lo correcto de lo incorrecto.
En los hogares donde los adultos están de acuerdo respecto a la educación y hay reglas claras y consistentes, existen más elogios que críticas y se orienta correctamente a los niños, quienes seguramente serán hijos que cooperarán y confiarán en sus padres o los adultos que cuidan de ellos.
Y la regla de oro: ¡nunca te desanimes! Educar es un proceso que requiere de tiempo y esfuerzo, pero todo gran resultado comienza dando un pequeño paso. Recuerda que la dirección de un barco no se determina con un gran giro, sino apenas moviendo un grado el timón para que el destino cambie totalmente. Son las pequeñas cosas las que hacen que tu vida cambie poco a poco. Vale la pena.
Facebook: Crianza Con Cariño
Youtube: Crianza Con Cariño de México
Twiter: @cariño
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.