Si desarrollas el autocuidado podrás discernir entre una molestia pasajera que puede solucionarse con un medicamento de venta libre o si es un padecimiento más grave que amerita una visita al médico.
Existen malestares (como un dolor de cabeza después de una noche de juerga o una diarrea tras haber comido en exceso) que no requieren de una visita al médico. Pero para poder determinar cuándo se necesita ayuda especializada y cuándo se trata de una incomodidad pasajera es necesario que te des a la tarea de desarrollar las habilidades del autocuidado.
El autocuidado o el hecho de que los individuos o una comunidad puedan hacerse cargo de su salud ha estado presente en todas las culturas, grupos sociales, razas, etc. Esta habilidad ayuda a prevenir enfermedades, mantener la salud y enfrentar padecimientos y discapacidad con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica.
Entre más educación en salud poseas, aprovecharás de mejor manera las herramientas disponibles como los medicamentos de venta sin receta, una opción fundamental para una estrategia individual y familiar de prevención.
Los medicamentos de libre acceso, libre venta o también llamados OTC (por sus siglas en inglés) son aquellos que pueden adquirirse en la farmacia sin prescripción médica. Estos fármacos son usados por los consumidores bajo su propia iniciativa y responsabilidad con el fin de prevenir, aliviar o tratar síntomas o enfermedades leves. Por lo general su uso, sus condiciones y las dosis autorizadas con seguras para el consumidor.
Para que le saques el máximo provecho a estos medicamentos es necesario que respondan a tus necesidades. Un consumidor empoderado no visitará al médico por malestares pasajeros, lo que le ahorrará dinero, precisa Luis Guillermo Cortés, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA), asociación civil con presencia en México desde 1985.
Lo primero que te vendrá a la cabeza es el temor de estar encubriendo un mal mayor con el uso de este tipo de medicamentos, pero la verdad es que es fácil saberlo. “Si el malestar se presenta más allá del tiempo que dice la caja del OTC, se debe acudir a un médico; todos los medicamentos traen esa especificación en la caja” resalta Cortés.
Estos medicamentos no son sustitutivos porque no están diseñados para padecimientos graves.
Por eso cuando hablamos de medicamentos sin receta el empaque es vital, pues ahí está plasmada información importante. En algunos países el 98 por ciento de las personas no lee las instrucciones por diversas razones.
Los mexicanos están acostumbrados a estos productos, pues han convivido con ello más de cien años. “Antes el problema era la dificultad para hallar información, mientras que ahora hay un exceso, así que para discernir correctamente hay que identificar las fuentes” comenta María Francisca Vargas, fundadora de la iniciativa ‘Connecting patients’.
Los medicamentos de venta libre tienen un perfil de seguridad específico, pues durante largo tiempo se han analizado las consecuencias si son usados de manera errónea. “La farmacovigilancia ha sido fundamental, así que no cualquier medicamento puede ser OTC. Son fármacos seguros, el riesgo real es no tener conciencia de la situación particular”, resalta Vargas.
Pero para que un medicamento de venta libre haga el efecto deseado debe ser cuidado por el consumidor. “Si notas que la pastilla cambia de color, si te acuerdas que la caja estuvo bajo el rayo del sol en la playa, si descubres que había mucha humedad donde la almacenabas ten cuidado, pues esos factores pueden alterar la composición de la medicina, la cual pierde efectividad. “Para que un medicamento funcione no solo se trata del fabricante, sino también del consumidor” advierte Vargas.
El mercado de medicamentos de venta libre u OTC tiene un valor anual de dos mil millones de dólares, así que está considerado el segundo más grande de América Latina después de Brasil.
Los OTC más consumidos en México son los analgésicos, antigripales, antihistamínicos, antidiarreicos y antimicóticos.
Esta campaña piloto llamada ‘Conocerse en cuidarse’ busca impulsar una cultura de autocuidado de la salud, responsable y permanente, sin importar género, edad, ocupación o condición social.
Los medicamentos de venta sin receta son más seguros si los sabes usar:
Aprende a ubicar y a leer la fecha de caducidad en la caja y el empaque interior de tu medicamento. La caducidad es uno de los problemas más frecuentes.
Benni Boruchowski, presidente del Consejo Directivo de AFAMELA, aclara que de ninguna manera se invita a sustituir la labor de los médicos, sino de entender que un autocuidado eficaz garantiza que las personas estén capacitadas para prevenir, evaluar y tratar afecciones de salud por sí mismas, así como reconocer el momento de buscar apoyo en los profesionales de la salud.
“La cantidad de padecimientos que se pueden manejar a través del autocuidado continúa creciendo. Facilitar una mejor educación garantiza que las personas puedan hacerse cargo de su propia salud con medicamentos debidamente aprobados” finaliza Benni Boruchowski.
Pues ya lo sabes, además de practicar actividad física, tener una buena alimentación y evitar prácticas de riesgos, también es importante que conozcas el uso responsable de los medicamentos para venta sin receta.
Si quieres conocer más sobre esta campaña sigue los hashtags #ConocerseEsCuidarse y #AutoCuidadoDelaSalud
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