Con el butirato podrás tener mejores noches de sueño
El butirato podría representar una alternativa natural para contrarrestar los trastornos del sueño, y solo se necesita ajustar tu dieta.
Ante una nueva extensión del confinamiento contra el coronavirus, el cuidado de la salud de la microbiota podría contribuir a mejorar nuestro descanso, de acuerdo con evidencia que señala que la producción de butirato –un compuesto procedente de la fermentación de fibra en el intestino– puede desempeñar un papel fundamental en la conciliación y calidad del sueño.
Derivado principalmente de la digestión de productos lácteos como mantequillas y quesos, espárragos, avena, alcachofas, ajo crudo, puerros y cebollas, el butirato podría representar una alternativa natural para contrarrestar los trastornos del sueño, al alcance de ajustes en la dieta y más sana que los somníferos, a decir del Biocodex Microbiota Institute.
“Probamos la hipótesis de que el butirato puede servir como una señal de promoción del sueño derivada de bacterias. La administración oral de tributirina, un precursor del butirato, provocó un aumento de casi el 50 por ciento en el sueño de movimientos oculares no rápidos (NREMS) en ratones durante cuatro horas después del tratamiento.
Del mismo modo, la inyección de butirato condujo a aumentos rápidos y robustos en NREMS en ratas. En las primeras seis horas después de la inyección de butirato, los NREMS aumentaron en un 70 por ciento” detalla el estudio Butyrate, a metabolite of intestinal bacteria, enhaces sleep.
De acuerdo con los investigadores Éva Szentirmai, Nicklaus S. Millican, Ashley R. Massie y Levente Kapás, estos resultados sugieren que los efectos inductores del sueño del butirato están mediados por un mecanismo sensorial ubicado en el hígado y/o en la pared de la vena porta, lo que indicaría que son estos mecanismos hepatoportales sensibles al butirato los que pueden desempeñar un papel en la modulación del sueño por medio del funcionamiento de la microbiota intestinal.
La labor de estos científicos de la Universidad de Washington refuerza los hallazgos previos que indican que los mecanismos del sueño cerebral y la microbiota intestinal están vinculados a través de una relación bidireccional dinámica: por un lado, el empobrecimiento de la microbiota induce una reducción significativa del sueño mientras que, por el otro, la alteración de los ritmos circadianos y la fragmentación crónica del sueño propicia la alteración en el equilibrio de la microbiota y su función, conocida como disbiosis.
Mantener la microbiota intestinal saludable es clave para que el organismo tenga una mejor respuesta inmunológica en el combate de enfermedades, por ello es indispensable poner énfasis en el cuidado de la nutrición, la cual debe basarse fundamentalmente en el consumo de frutas (sobre todo de tipo cítrico) y verduras, subrayó Roberto González González, profesor de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional.
La microbiota tiene una relación muy dinámica con el alimento, de ahí la necesidad de disminuir el consumo de carbohidratos presentes en productos elaborados con harina blanca y refinada (de repostería), así como bebidas con carbohidratos de rápida asimilación (refrescos), ya que potencialmente pueden facilitar el desarrollo y agravamiento de enfermedades.
Para mantener saludable la microbiota intestinal “es importante aprender a escuchar a nuestro cuerpo, es decir, observar cómo nos sentimos después de comer, inclusive podemos anotar en una bitácora síntomas de indigestión, inflamación, cansancio o sueño después de ingerir los alimentos, para distinguir lo que le cae bien al cuerpo y en qué cantidades” finalizó.