¡Conmovedor video! Padre bolero recibe la gratitud de su hija recién graduada
Una hija, que se acaba de graduar, agradeció a su padre, cuyo oficio es ser bolero, por tantos años de esfuerzo para que ella pudiera estudiar una carrera.
Las redes sociales son capaces de llevarnos de la tristeza a la alegría en unos cuantos segundos, pues concentran testimonios de todos los sentimientos humanos. En esta ocasión se volvió viral el emotivo video que una hija le realizó a su padre, quien gracias a su oficio como bolero, logró sostener los estudios universitarios de la chica.
Para rendirle homenaje a su padre, quien la crió sin el apoyo de su madre, quien hizo su vida por otro lado, la chica contó con la ayuda de su asesor de tesis, quien actuó como un cliente y platicó con el hombre mientras su hija, ataviada con toga y birrete, cuenta su historia a través de unos cartones que va deslizando.
Cuando termina de contar sus vicisitudes económicas, el ‘cliente’ le pide al bolero que se de la vuelta y es entonces cuando se topa con su hija, quien muy emocionada le dice que gracias a su apoyo incondicional logró graduarse en la carrera de Administración de Empresas.
“Mi papá siempre ha pensado que me avergüenza, pero gracias a él hoy me gradué. Mi mamá nos dejó por otra familia y él siempre dio la cara por mí. Nunca buscó a otra mujer porque decía que yo era la mujer de su vida.
“¡Es cierto! Nunca ganó mucho dinero, pero trabajaba el doble o el triple para que nunca nos faltara nada. Por la situación actual no pudimos llevar invitados a la graduación, así que decidí llevar la sorpresa a su trabajo, que por 25 años nos ha dado sustento. Hoy soy licenciada en Administración. Luché mucho por ello, pero este logro es de los dos. Lo logramos, papá” se lee en las pancartas.
Acto seguido, la chica y su cómplice le piden que se siente. Es entonces cuando la hija le dice que nunca le ha boleado los zapatos, y empieza a hacerlo, mientras su orgulloso padre se seca las lágrimas.
El oficio de bolero tuvo su mayor auge en los años cuarenta debido a que los hombres frecuentaban los salones de baile con los zapatos impecables. Esta labor es poco valorada y está casi en el olvido.