Las hepatitis virales ocasionaron alrededor del mundo 1.34 millones de muertes en 2015, un número comparable a las muertes causadas por tuberculosis y superiores a las ocasionadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Tan solo en 2015, de acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud, existían alrededor de 130 a 150 millones de personas que padecían infección crónica por el virus de hepatitis (VHC).
En México distintos estudios epidemiológicos reportan que entre 1.2 y 1.4 % de la población en general la padecen, lo que significa que es una enfermedad con un impacto enorme. El desconocimiento generalizado de las enfermedades hepáticas, sobre todo del VHC, es uno de los principales problemas para su atención.
Principales factores de riesgo
Transmisión sanguínea: contacto con sangre de una persona infectada, por vía parenteral: heridas, exudados de heridas, laceración de la piel o mucosas.
Transfusiones sanguíneas realizadas antes de 1993, porque hasta entonces no existían pruebas de detección del virus C. Actualmente es una forma de trasmisión casi inexistente.
Antecedentes de intervenciones quirúrgicas mayores antes de 1993.
Requerir y haber recibido factores de coagulación (productos derivados de la sangre) en pacientes hemofílicos. Hemodiálisis en pacientes con daño renal.
Contagio a un recién nacido por su madre infectada en el momento de nacer (muy poco frecuente).
Pinchazos accidentales o compartir agujas, inyecciones intravenosas o jeringas contaminadas con sangre infectada.
Uso de drogas por vía intravenosa o vía intranasal al compartir instrumentos contaminados como agujas o popotes
Tatuajes, perforaciones o acupuntura corporal con materiales no desechables o no esterilizados y que estén contaminados.
Contagio por sangre a trabajadores en salud, bomberos, policías, rescatistas, etc. que no usan guantes de protección.
Haber compartido cepillo de dientes, cortaúñas, navajas, rastrillos o máquinas de afeitar contaminados con sangre infectada.
Transmisión sexual por historial de múltiples parejas o relaciones de alto riesgo (heterosexual u homosexual) sin protección. Se calcula que este tipo de contagio representa sólo el 2.7% de los casos.
Los tratamientos actuales con antivirales directos de segunda y tercera generación pueden curar más del 90 por ciento de los casos de infección por el virus de la hepatitis C, lo que reduce el riesgo de muerte por cáncer de hígado y cirrosis.
Datos relevantes
Junto a la Hepatitis B, la Hepatitis C causa el 96 por ciento de las muertes por hepatitis viral en el mundo.
La mortalidad por Hepatitis viral ha aumentado en un 22% desde el año 2000.
La Organización Panamericana de la Salud estima que, en 2015, entre 130 y 150 millones de personas vivían con infección por el virus de la Hepatitis C.
En 2015, el 7.4 por ciento de los diagnosticados con infección por el virus de la Hepatitis C (1.1 millones de personas) habían iniciado el tratamiento.
Los procedimientos sanitarios poco seguros y el uso de drogas inyectables fueron las principales causas de nuevas infecciones por el VHC en 2015, y representan la mayor parte de los 1.75 millones de nuevas infecciones en ese año.
Con el objetivo de concientizar a la población en general e incrementar el conocimiento de la enfermedad existe una página web llamada todosobrehepatitisc.mx
Como periodista tengo la misión, parafraseando al intelectual español Julio Anguita, de perturbar, de agitar el cerebro, de mover las conciencias.
Para lograr esos objetivos me aferro al abecedario como otros se aferran al escapulario.
Me especializo en notas de salud, bienestar, estilo de vida, gastronomía y viajes.