Conoce a tus aliados contra el envejecimiento
Con una toma de 5 mm de tu propia piel se obtienen millones de células que le regresarán la juventud a tu rostro.
Aún no hemos hallado la fuente de la eterna juventud, pero sin duda cada día estamos más cerca gracias a las terapias regenerativas y de nanotecnología, las cuales ya no buscan transformaciones radicales en el rostro, sino resaltar lo más bello de cada persona.
Pero no solo se trata de perder años, sino de lograrlo con procedimientos cada vez menos invasivos y, sobre todo, de larga duración.
Y aquí es donde aparece un novedoso método que responde a estas necesidades: El cultivo autólogo de fibroblastos, o sea, la obtención de células del tejido conectivo a partir de un pequeño fragmento de piel del propio paciente.
Son las células características del tejido conectivo que rellenan los espacios entre los demás tejidos del organismo. Los fibroblastos son responsables de la secreción de las fibras de elastina y colágeno, sustancia que es el sostén de la piel y otros tejidos.
Con el paso de los años, los fibroblastos envejecen y su acción se entorpece hasta que ya prácticamente no producen colágeno ni elastina, así que la piel pierde lozanía, tono y elasticidad.
Esta es la razón principal de la aparición de líneas de expresión primero y arrugas de menos a más profundas después.
Además del paso del tiempo, nuestra piel se va deteriorando debido a las radiaciones solares, al estrés, a los excesos o defectos en nuestra nutrición.
Con este procedimiento se activan 10 millones de células. ¿Pero cómo se logra eso? María del Mar Guerra Romera, experta en medicina genómica y directora general de Meade Life Science SA, explica el proceso:
Las dos pequeñas muestras superficiales de piel (5 milímetros) se toman de esa zona porque ahí la piel se mantiene en condiciones óptimas, pues no presenta daño solar, cicatrices u otras alteraciones.
La toma se realiza bajo anestesia local y a través de un procedimiento ambulatorio. Después se hace un pequeño punto de sutura que se retira a los cinco días. Esta toma no deja cicatriz y no es un procedimiento doloroso (En la escala de dolor sería 3 de 10).
Este procedimiento, que dura ocho veces más que otras alternativas, tiene diversos beneficios:
¿Te animarías a hacerlo?