Conoce el drenaje de Tokio, la impresionante estructura que protege la ciudad de inundaciones
El sistema opera de manera similar a un saneamiento. El exceso de agua de los ríos y canales de la ciudad es recolectado y enviado a los silos.
El subsuelo de Tokio esconde una de las obras de ingeniería más impresionantes del mundo, una infraestructura monumental diseñada para proteger a la ciudad de la furia de la naturaleza. Conocido como el Sistema de desagüe externo del área metropolitana o, popularmente, Plan G-Cans, este complejo subterráneo es el sistema de drenaje de tormentas más grande del planeta.
Este sistema es una infraestructura hidráulica subterránea masiva, construida para gestionar el exceso de agua y evitar inundaciones en la capital japonesa. La necesidad de una obra de tal magnitud se debe a que la región es azotada por un promedio de 11 tifones al año. Durante estos eventos, se han registrado hasta 900 mm de lluvia por hora, un valor 15 veces superior al de una lluvia torrencial. Además, gran parte del área metropolitana de Tokio se encuentra en una zona de llanura por debajo del nivel del mar, lo que la hace altamente vulnerable.
El G-Cans se diseñó para soportar eventos de precipitación con un periodo de retorno de 200 años, que podrían poner en peligro a 13 millones de habitantes e inundar hasta 97 estaciones de metro.
La construcción del Plan G-Cans se llevó a cabo entre 1993 y 2006, con un costo aproximado de 2.500 millones de euros. Sus componentes principales son una verdadera obra de arte de la ingeniería:
El sistema opera de manera similar a un saneamiento. El exceso de agua de los ríos y canales de la ciudad es recolectado y enviado a los silos. Desde allí, fluye por los túneles hasta el gran tanque de almacenamiento, siguiendo el principio de los vasos comunicantes.
Cuando el agua alcanza un nivel crítico, cuatro turbinas, impulsadas por motores de avión, bombean 200 metros cúbicos de agua por segundo de regreso al cercano río Edo. Esto equivale a vaciar una piscina olímpica en tan solo 12 segundos.
Desde su finalización, el G-Cans ha reducido los daños por inundaciones en un 80%, protegiendo a los 13 millones de habitantes de la región. En promedio, el sistema es utilizado unas siete veces al año.
En los días en que está seco, el depósito principal se ha convertido en una inesperada atracción turística, recibiendo miles de visitas guiadas. La monumentalidad de sus pilares le ha valido el apodo de “El Partenón Subterráneo”, y ha servido como locación para numerosas películas y series.
A medida que el cambio climático y la urbanización aumentan los riesgos de inundaciones, el drenaje de tormenta de Tokio se posiciona como un ejemplo de resiliencia e innovación ante los desafíos del futuro.