Las duchas vaginales consisten en lavar o higienizar la vagina con agua u otras mezclas de líquidos. En los Estados Unidos al menos una de cada cinco mujeres entre 15 y 44 años se realizan duchas vaginales, una práctica desaconsejada por los médicos, pues pueden causar trastornos de salud como problemas para embarazarse e infecciones de transmisión sexual (ITS).
Los estudios no han demostrado que la ducha vaginal tenga algún beneficio para la salud, en cambio sí se han comprobado sus efectos adversos.
El equilibrio de esos microorganismos mantiene un ambiente ácido. Dicho entorno ácido protege a la vagina de infecciones e irritaciones. La ducha vaginal altera ese equilibrio y ocasiona un crecimiento exagerado de las bacterias nocivas. Ese desequilibrio puede dar paso a candidiasis vaginal.
Si ya existe una infección, las duchas vaginales podría empujar las bacterias, lo que ocasionaría una infección más arriba, en el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Esto puede causar una enfermedad inflamatoria pélvica, un problema de salud grave.
Entre los trastornos de salud asociados a la ducha vaginal también se encuentran:
Actualmente los investigadores están estudiando si la ducha vaginal ocasiona estos problemas o si las mujeres con mayor riesgo de desarrollar estas afecciones son más proclives a usar la ducha vaginal.
Lo más recomendable es dejar que la vagina se limpie sola, lo cual logra mediante la formación de mucosa, la cual barre con sangre, semen y flujo vaginal.
Lo único recomendable es lavar la parte externa con agua tibia al bañarte. Algunas mujeres usan jabones suaves, pero si tu piel es sensible o sufres de infecciones vaginales frecuentes aún un jabón suave puede causar sequedad e irritación.
Evita tampones, toallas femeninas, polvos y aerosoles con fragancia. Estos productos pueden aumentar la posibilidad de contraer una infección vaginal.
Si te preocupa el olor vaginal busca a un profesional de la salud, pero considera que aún las vaginas sanas y limpias tienen un olor leve que cambia durante el día. La actividad física también puede provocar que el olor de tu vagina sea más fuerte, lo que es normal.
Fuentes: Instituto Nacional del Cáncer, Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
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