¿Conocías el Nanche? Te decimos los beneficios de esta fruta
Es un fruto muy versátil y diversas fuentes aseguran que tanto el fruto, como las hojas, el tallo y la corteza tienen grandes beneficios a la salud.
El nanche también conocido como nance, manzanito, molcol, chengua, changunga, ciruelillo o canelillo, este pequeño fruto ha destacado por sus diversos beneficios para la salud, gracias a su composición en fibra, vitamina C y los carotenoides luteína y zeaxantina.
Es una fruta pequeña, de color amarillo o anaranjado, con una pulpa jugosa y un sabor agridulce. Pertenece a la especie Byrsonima crassifolia. Una característica de esta planta es ser cleistógama, (cleisto=encerrado, gamos=unión) es decir, el proceso de polinización ocurre cuando la flor aún está cerrada para su autofecundación.
Su nombre proviene del náhuatl nan-tzin, nombre de la diosa Tonantzin o Cihuacoatl, que significa “madre”. El fruto pertenece al árbol del mismo nombre, que es un árbol pequeño de forma torcida, que crece en toda la América tropical (especialmente en Centroamérica, Sudamérica y también en diversas regiones de México). En México, los principales productores son Guerrero, Michoacán y Nayarit.
Como fruta el nanche se consume al natural por su aroma y sabor, pero presenta grandes posibilidades para la industrialización, ya sea para la elaboración de refrescos embotellados, ates, mermeladas, almíbares, helados, cremas, gelatinas, pasteles, paletas frías, en ensalada, encurtidos y en algunos casos en confitería y platillos tradicionales. Con el fruto del nanche se preparan además bebidas fermentadas como el “Licor de nanche”.
Pero no sólo la fruta es buena para la salud ya que en un artículo realizado por la Unidad Académica de Agricultura de la Universidad Autónoma de Nayarit, indican que debido a su composición química desde la antigüedad esta planta se aprovecha como medicina tradicional por los indios Mixe y otras etnias en México (Geiss et al., 1995); y en América central (Amarguaye et al., 1994), particularmente en Guatemala, ya que se preparan remedios con el cocimiento de la corteza, ramas y hojas, sirviendo como astringente para casos de diarrea, enfermedades infecciosas de la piel, tos, piquete de serpiente, para reafirmar los dientes, para cicatrizar úlceras, fortalecer a las paridas y así produzcan leche, favorecer la digestión, limpiar el vientre, estimular el apetito, disentería, estomatitis, promover la menstruación, etc.
Ya conocías esta fruta. ¿Te gusta? ¿Cómo prefieres consumirla?
Con información de Larousse Cocina, Ciad