De acuerdo con la revisión sistemática y metanálisis de la University Hospitals of Leicester NHS del Reino Unido, alrededor de una de cada diez personas en el mundo informaron de síntomas gastrointestinales y de otro tipo después de comer alimentos que contienen gluten o trigo, a pesar de que no tienen diagnosticada una enfermedad celíaca o alérgica al trigo. La revisión fue publicada en línea en Gut.
La enfermedad celíaca es una intolerancia autoinmune al gluten y al ingerir esta proteína el sistema inmunitario daña al intestino delgado, provocando malabsorción de nutrientes, diarrea, fatiga y otros síntomas graves.
    
    
    
 
Por otro lado, la alergia al trigo implica una respuesta inmediata del sistema inmune a las proteínas del trigo, incluyendo al gluten, causando desde urticarias e hinchazón hasta problemas respiratorios graves.
Además de esos padecimientos, existe un grupo creciente de personas que experimentan síntomas tras consumir gluten o trigo sin ser celíacas ni alérgicas, sino que padecen de sensibilidad al gluten/trigo no celíaca (NCGWS), que se caracteriza por dolor abdominal, hinchazón, fatiga y molestias generales, algo que mejora al quitar estos elementos de la dieta del paciente.
Señalar que esta afección pareciera ser más común en mujeres y estar asociada con el síndrome de intestino irritable, la ansiedad y la depresión. Aclarar que, a diferencia de la enfermedad celíaca y la alergia al trigo, el proceso patológico subyacente al NCGWS no está claro y no presenta marcadores sanguíneos específicos asociados, lo que dificulta su diagnóstico.
Aunque en la actualidad el padecimiento se diagnostica excluyendo a la enfermedad celíaca y la alergia al trigo, esto en personas que informan de síntomas adversos después de comer trigo o gluten. Conociéndose poco de su prevalecencia y las características clínicas presentes.
Para abordar este asunto los autores de la revisión identificaron todos los estudios publicados entre 2014 y 2024 que evalúan la prevalencia de esta sensibilidad autoinformada en la población general. En sí, 25 estudios con 49,476 participantes de 16 países cumplieron los criterios de inclusión y estos datos se extrajeron para su análisis agrupado.
    
 
Los datos revelaron que cuatro de cada diez personas que informaron tener NCGWS siguieron una dieta sin gluten para evitar síntomas gastrointestinales y otros síntomas molestos, a menudo haciéndolo en ausencia de un asesoramiento médico formal o un diagnóstico.
Siendo los síntomas más comunes reportados por los pacientes hinchazón (71%), molestias abdominales (46%), dolor abdominal (36%) y fatiga (32%); mientras que también se reportaron síntomas como la diarrea, estreñimiento, dolor de cabeza y dolor articular.
Los autores reconocieron que el estudio presentó varias limitaciones, como la dependencia de la autodeclaración de la sensibilidad, la contribución de algunos autores a un subconjunto de estudios incluidos mediante análisis de regresión.
Ellos sugieren que estas diferencias de prevalencia podrían reflejar la variabilidad en los criterios diagnósticos y factores de confusión o bien ser diferencias reales de prevalencia entre poblaciones y países.
Sin embargo, los autores concluyen que la sensibilidad al gluten/trigo no celíaca autoinformada afecta aproximadamente a una de cada diez personas en todo el mundo, con una variación geográfica considerable y una fuerte asociación con el sexo femenino, el malestar psicológico y el síndrome del intestino irritable.
Agregaron que la NCGWS debe reconocerse dentro del marco de los trastornos de la interacción intestino-cerebro y deben desarrollarse criterios de diagnóstico basados en los síntomas para guiar un enfoque de tratamiento más personalizado centrado en los patrones de síntomas individuales y los desencadenantes dietéticos más allá del gluten y para reducir la restricción dietética innecesaria en esta afección común.