Con la llegada del frío, la piel enfrenta retos importantes. La baja humedad, los cambios bruscos de temperatura y la calefacción pueden resecarla y causar irritación. Mantener una piel saludable en invierno requiere cambios en la rutina de cuidado y hábitos diarios que protejan la barrera cutánea.
Mantener una piel saludable en invierno requiere un enfoque integral. Desde la elección de productos adecuados hasta la hidratación, la alimentación y el descanso, cada hábito marca la diferencia.
Adoptar estas recomendaciones basadas en estudios científicos y expertos permite disfrutar de una piel protegida, radiante y libre de resequedad durante la temporada invernal.
La Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda utilizar limpiadores suaves que no eliminen los aceites naturales de la piel. Los jabones fuertes resecan la dermis y aumentan la sensación de tirantez.
Por ello, los dermatólogos sugieren productos con fórmulas hidratantes y sin fragancias.
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Con estos tips tendrás una piel saludable en invierno
Conoce los mejores consejos para que consientas a tu piel durante esta temporada de frío y bajas temperaturas.
- La hidratación es clave. Un estudio publicado en Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology señala que las cremas con ceramidas ayudan a reparar la barrera cutánea y a retener la humedad. Aplicarlas después del baño, cuando la piel aún está húmeda, optimiza sus beneficios.
- La hidratación no solo depende de cremas. Beber suficiente agua resulta fundamental. La Mayo Clinic indica que mantener un buen consumo de líquidos apoya la elasticidad y apariencia de la piel, especialmente en ambientes secos y fríos.
- El uso diario de protector solar también se vuelve indispensable. La Skin Cancer Foundation advierte que los rayos UV afectan la piel incluso en invierno. La radiación reflejada en superficies como la nieve incrementa el riesgo de daño cutáneo, por lo que aplicar un protector de amplio espectro ayuda a prevenir envejecimiento prematuro.
- Los labios también sufren resequedad. Para evitar grietas y molestias, los dermatólogos sugieren bálsamos con ingredientes como manteca de karité o aceites naturales. Estos componentes forman una capa protectora que previene la pérdida de humedad.
Otros elementos a considerar en el cuidado de la piel en invierno
La alimentación juega un papel clave para el cuidado de la piel, así lo demuestra un estudio de Nutrients, el cual destacó que dietas ricas en omega-3, presentes en pescados grasos y semillas de lino, favorecen la hidratación y elasticidad de la piel. Incluir frutas y verduras con antioxidantes también ayuda a mantener la piel saludable en invierno.
El ambiente del hogar influye más de lo que parece. La American Academy of Dermatology sugiere el uso de humidificadores para contrarrestar el aire seco de la calefacción. Mantener un nivel adecuado de humedad en interiores evita que la piel pierda agua en exceso.
La ropa también importa debido a que prendas de lana directa sobre la piel pueden causar irritación. Optar por capas de algodón como primera capa reduce el riesgo de alergias y molestias, recomendación validada por la National Eczema Association.
Dormir lo suficiente favorece la regeneración cutánea. La National Sleep Foundation indica que durante el sueño profundo la piel activa procesos de reparación celular. Descansar entre 7 y 9 horas ayuda a que la dermis conserve un aspecto saludable incluso en climas fríos.