Seguramente sigues estando activo, con proyectos y objetivos, ya sean personales o profesionales, y no puedes olvidarte de cuidar tus finanzas personales.
Al contrario, es ahora cuando necesitas más asesoría y una planeación detallada para esta nueva etapa de tu vida, en la que quizá tengas más tiempo libre, pero al mismo tiempo tendrás nuevos retos económicos. Si tu objetivo es mantener tu estilo de vida, tenemos información que puede ayudarte.
Si durante tu vida profesional fuiste cauteloso con tu dinero, te preparaste para tu retiro ahorrando voluntariamente en tu Afore o usaste algún fondo de inversión, ya estás a la mitad del camino y seguramente podrás disfrutar esta nueva etapa de tu vida con tus seres queridos.
Si estás en este grupo, posiblemente realizarás ese viaje que llevas tiempo planeando, te dedicarás de lleno a tus pasatiempos o simplemente pasarás tus tardes consintiendo a los tuyos. Solo no te olvides de la planeación, porque tus ahorros deben durarte por algunas décadas más y aquí radica la importancia de una buena asesoría.
Si, por el contrario, estuviste muy ocupado pensando en el día a día y no en tu retiro, no todo está perdido, pero realmente tendrás que esforzarte un poco más y reducir tus gastos.
Lo primero que debes hacer, es acercarte con un asesor financiero que te ayude a planear los próximos años de tu vida con base en tu nueva realidad, con el firme propósito de que las disfrutes con responsabilidad financiera. Será muy importante ser realista y ajustar tu estilo de vida a este panorama.
En ambos casos, ya sea que te hayas preparado o no, vale la pena tener un coach financiero que te ayude a vivir lo mejor de tu retiro. Tu asesor financiero es la persona indicada para ayudarte a elaborar un plan de acción y vigilar que sea adecuado para ti.
Lo primero que hay que tomar en cuenta es definir tus ingresos y gastos mensuales. Empieza conociendo exactamente cuál es el monto del ahorro en tu Afore y con ayuda de tu asesor definan cuánto dinero puedes usar cada mes, considerando tus gastos fijos, gastos adicionales y los proyectos que tengas en mente.
Si planeas un viaje, ese mes gastarás un poco más, por lo que los siguientes meses convendría ser más austero. Como decíamos, lo principal es mantener tu estilo de vida y para ello tienes que ser muy inteligente.
Consentirte a ti y a tu familia es importante y para eso trabajaste arduamente toda tu vida. Sin embargo, procura mantenerte dentro de tu presupuesto y evitar los “gastos fuga” o “emocionales”. Mídete en tus compras y proyectos para que puedas cumplir con tu meta propuesta.
Se vale consentir a tus nietos, pero algo que les servirá toda la vida, será tu ejemplo de ahorrar para el retiro y cuidar tus finanzas. La vida no se acaba a los 65, aún te quedan muchos años para consentirlos poco a poco.
Ahora que te pensionas, puedes seguir ahorrando o invirtiendo y la recomendación es hacerlo para que tu dinero trabaje para ti y no pierda valor con el tiempo. Acércate con tu Afore o con alguna otra institución financiera y pregunta por planes y productos que se adapten a tus necesidades y objetivos.
¿Sigues necesitando tres tarjetas? Probablemente no y definitivamente no necesitas traerlas contigo todo el tiempo. Tu mejor opción sería quedarte con la que mejores condiciones o beneficios te conceda y concentrar ahí todos tus cargos recurrentes.
Será más sencillo enfocarte en que esa tarjeta siempre esté al día para que no te cobren comisiones y además evitarás la tentación de gastar de más. Déjala en casa y sólo cárgala cuando salgas de viaje o la necesites para algún gasto considerable o extraordinario.
También es recomendable que formes un fondo para emergencias médicas que te ayudará a hacer frente a gastos inesperados como un estudio de laboratorio o algún accidente en casa. De esta forma podrás disponer de ese dinero inmediatamente y no preocuparte por cómo pagar ese gasto, pero este fondo debe ser visto como un complemento a tu Seguro de Gastos Médicos Mayores, que es indispensable conserves.
El que tengas 65 años de edad y te hayas jubilado, no significa que no puedas seguir trabajando si así lo deseas o si requieres ingresos adicionales. Tienes una gran experiencia que te respalda y mucho que compartir, por lo que si eres bueno en algo puedes dar clases particulares o ayudarle a alguien a través de asesorías; en cambio, si lo tuyo es el arte, puedes ofrecer visitas guiadas a tus museos favoritos. Aprovecha tu experiencia y sácale provecho.
Llegar a los 65 años es el inicio de nuevos proyectos y si administras bien tus finanzas y tu tiempo, podrás cumplirlos todos. Piensa que lo mejor de la vida se encuentra aún frente a ti y que ahora tendrás más tiempo para disfrutar de tu familia y de la vida.
La clave para lograrlo, sin sacrificar tu estilo de vida, es ser consiente de tus gastos y llevar una buena planeación económica. Recuerda que tu asesor financiero está para hacer que todo el proceso sea más fácil.
Fuente: Principal
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