Las referencias de amigos y conocidos son la mejor forma de encontrar un buen veterinario. Hazles preguntas concretas; por ejemplo, desde cuándo atiende ese médico a sus mascotas, por qué problemas de salud, cómo los ha resuelto y cuánto ha cobrado.
“Si el cocker spaniel de un amigo tuyo tiene dos años de edad y está sano, sus necesidades veterinarias serán muy diferentes de las de tu viejo gato siamés”, dice Rosemary Bonderud, de la Asociación Médica Veterinaria de Columbia Británica. “Es mejor que le pidas una recomendación al dueño de otro minino de edad avanzada”.
Revisa la guía telefónica de tu ciudad para obtener direcciones de veterinarios, pero recuerda que no todos tratan a todo tipo de animales. Muchos de ellos atienden sólo a perros y gatos, y otros se especializan en ciertas enfermedades; por ejemplo, de los ojos o de la piel. Desconfía de los veterinarios que se anuncian como “el mejor de la ciudad”. Si tienes dudas, acude a la asociación veterinaria de tu región.
Llega temprano, siéntate en la sala de espera y conversa con otros clientes. Observa si la clínica está bien organizada y cuenta con una recepcionista amable. Es muy probable que tu mascota tenga mayor contacto con los asistentes que con el veterinario, así que conviene que todos ellos te inspiren confianza.
Los técnicos en veterinaria tienen un título universitario que les permite trabajar bajo la supervisión de un veterinario y brindar todo tipo de cuidados a los animales, salvo diagnosticar, recetar medicinas y hacer operaciones.
Pide visitar los sitios donde atienden o alojan a las mascotas. ¿Están limpios y sin malos olores? ¿Tienen los animales camas cómodas? Fíjate en el tamaño de las jaulas, pero recuerda que las grandes no siempre son mejores. Una jaula pequeña podría evitar que un animal lesionado se mueva mucho y se haga más daño.
¿Prefieres una clínica pequeña con uno o dos veterinarios, o una grande con especialistas y herramientas de diagnóstico, como equipo endoscópico y de ultrasonido? Si tu mascota tiene que pasar la noche allí, ¿hay servicio de enfermería permanente? O tal vez prefieras una clínica especializada en tu tipo de mascota; por ejemplo, una exclusiva para gatos.
Algunos veterinarios dan consulta a domicilio y ofrecen servicios de urgencia después del horario normal de trabajo. También hay hospitales veterinarios que atienden emergencias las 24 horas del día, sobre todo en ciudades grandes. Si a tu mascota la atropella un auto o se intoxica accidentalmente, tener cerca uno de esos hospitales podría salvarle la vida.
Muchas quejas referentes a los veterinarios tienen que ver más con falta de cordialidad que con carencia de aptitud médica, señala el doctor Andrew Peacock, funcionario de una dependencia canadiense que atiende quejas del público. “Busca un veterinario que se comunique bien, que respete tus sentimientos y que sea sincero respecto a los problemas de tu mascota”.
Marlene Gaskarth, de Coquitlam, Columbia Británica, aprecia las consideraciones que tuvo su veterinario. Después de cinco meses de lucha contra el cáncer, su perro rottweiler, Carl, tuvo que ser sacrificado. “Cuando mi esposo y yo decidimos poner fin al sufrimiento de Carl, la clínica envió un veterinario a nuestra casa, y él acudió aunque era su día libre”, refiere. “Nos permitió estar junto al perro mientras le ponía la inyección, y después, quedarnos un rato a solas con el cuerpo. Luego se hizo cargo de todos los arreglos para la incineración”.
No dudes en preguntarle cómo se mantiene al corriente de los últimos avances en su campo. ¿Toma cursos de actualización? Si averiguas algo en Internet por tu cuenta, ¿revisa él la información que reuniste? Estar al día en su disciplina y mostrarse atento con los clientes son atributos de un buen veterinario.
Operaciones como la esterilización varían mucho en cuanto a precio. Averigua qué está incluido y qué se cobra aparte. Lo barato no siempre es lo mejor. Si vas a esterilizar a tu perro pero quieres un servicio de calidad, haz énfasis en la raza, edad y tamaño de tu mascota. Estos factores determinarán la cantidad de anestesia que el veterinario use y el tiempo que durará la operación. Luego, pregúntale:
¿Qué tipo de anestesia va a usar? En general, los anestésicos inhalables han sustituido a los inyectables. Si bien aquéllos son más seguros, cuanto más reciente sea su introducción en el mercado, más costosos pueden ser.
¿Cuántos analgésicos se le administrarán al perro antes, durante y después de la operación? ¿Hasta cuándo los seguirá recibiendo?
¿Un técnico asistirá al veterinario durante la operación? Si es así, ¿esa persona utilizará equipo para monitorear el ritmo cardiaco, la saturación de oxígeno de la sangre y otros signos vitales del animal?
Después de la intervención, ¿tendrá que quedarse el perro toda la noche en la clínica? Si no hay supervisión nocturna allí, podría ser mejor que te lo lleves a casa y lo cuides tú.
¿El costo de la operación incluye una consulta de seguimiento?
Antes de que inicie el tratamiento, ¿te entregará un presupuesto por escrito y te explicará todas las opciones disponibles? “Es importante que abordes este tema antes de que tu mascota necesite el servicio”, señala el doctor Duane Landals, presidente de la Asociación Médica Veterinaria de Alberta, Canadá.
“En una emergencia, las personas suelen angustiarse tanto, que no se concentran en lo que el veterinario les dice”. Además, éste debe informarte a diario sobre el estado de salud de tu mascota, particularmente si es probable que el costo del servicio vaya a aumentar.
Aunque no lo creas, hoy día existen aseguradoras que ofrecen este servicio. La cobertura básica es contra accidentes y diversas enfermedades. Cristopher A. Stea, un ciudadano de Schumacher, Canadá, ha comprado seguros de este tipo desde hace 14 años. Calcula que en total ha gastado unos 4,000 dólares por la cobertura de sus dos rottweiler, pero se ahorró el triple en gastos veterinarios cuando ambos perros enfermaron de cáncer. Su consejo: lee la póliza con mucho cuidado y toma en cuenta los deducibles.
Vale la pena hacer llamadas telefónicas para comprobar que el veterinario cuenta con título profesional y permiso oficial para ejercer. Averigua también si alguna vez lo han multado a él o a su clínica. Las asociaciones profesionales de veterinarios tienen listas de sus miembros certificados. Una búsqueda en Internet te permitirá saber si hay una asociación veterinaria en tu ciudad o región.
Para justificar plenamente el gasto que vas a hacer, aprovecha los conocimientos del veterinario y pregúntale todo lo relacionado con la salud y el comportamiento de tu mascota.
“No deja de sorprenderme que, en vez de preguntarme a mí, muchos de mis clientes sigan los consejos sobre nutrición animal de los muchachos que trabajan en las tiendas de mascotas”, dice el doctor Darcy Rae, de Westbank, Canadá.
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