Estírate
Estira cada una de tus extremidades por 15 segundos.
Prueba esto antes de abrir tus ojos: levanta tu brazo y comienza estirando cada dedo, luego tu mano, luego tu muñeca, luego tu brazo. Repite con el otro brazo. Luego los dedos de tus pies, tus pies, tobillos y piernas. Termina estirando tu cuello y tu espalda para levantarte de tu cama.
Acabas de calentar tus músculos y tus articulaciones y has mejorado el flujo de sangre en tu cuerpo, dándole una dosis extra de oxígeno a todos tus tejidos.
Acurrúcate con tus hijos
Muy pocas cosas son más estresantes que despertar a un niño muy cansado de 10 años o a un adolescente roncando. Sin embargo, esta es una de las ocasiones en que los padres pueden demostrar su afecto sin una actitud severa.
Siéntate en su cama y acaricia su cabello suavemente mientras lo despiertas. Este momento provocará una oleada de felicidad durante todo el día.
No tomes decisiones
Para que tus mañanas sean relajadas, reduce el número de opciones y decisiones que debes tomar a cero.
Ya sea que tomes las decisiones –qué ropa usar, qué desayunar, qué ruta tomar para ir al trabajo– la noche anterior, o hagas de tus mañanas una rutina tanto como te sea posible.
Realmente no hay necesidad de cambiar tu desayuno, horarios o el ritual de baño cada mañana.
Toma un vaso de agua
Recuerda, has estado en ayuno toda la noche, así que despertarás deshidratado.
Escucha música de 10 a 15 minutos
O sólo siéntate y piensa. Esto le permite al pensamiento creativo que se apodera de ti durante la noche a que cuaje y se convierta en un plan de acción en el cual bases tu día.
Prepara un cambio de ropa de emergencia
Déjalo listo en tu closet, desde los calcetines hasta los accesorios. En las mañanas en que no escuchas el despertador o sencillamente necesitas 10 minutos más, lo único que necesitas es quitarlo del gancho y estarás lista para salir.
Muestra afecto
Besa a toda la gente que amas en tu casa (incluyendo al perro y al gato) antes de salir. Hacer contacto con la gente que amas alivia el estrés y le da un comienzo positivo a tu día.
Organiza
Coloca una canasta para ti y para cada uno de tus hijos en la puerta. En ella van las llaves, carteras, mochilas, papeles, etc. Esto evitara una búsqueda frenética de último minuto de los objetos perdidos.
Sepárense por las mañanas
Eso quiere decir que tú usas un baño mientras tu pareja alista la ropa que se va poner o la comida que se llevará al trabajo. El baño puede ser un tiempo privado y reconfortante. Hace que día comience más tranquilo, con menos estrés.
Revisa tu calendario diariamente
En él escribe todo lo que necesitas para ese día. Revísalo cada mañana mientras tomas tu café o té: te ayudará a evitar el estrés de olvidar algo importante.
Báñate eficientemente
Prueba utilizando productos dos en uno como un limpiador facial que también humecta o la combinación shampoo-acondicionador (O prueba con multitareas para hacer más dinámico tu día).
No te apresures
Pon tu alarma 15 minutos antes para que no saltes de tu cama y corras toda la mañana. Puedes empezar tu día recostado en tu cama, despertando lentamente.
Estírate. Escucha las noticias. Mentalmente tacha las decisiones que hiciste con anterioridad sobre lo que te vas a poner, qué harás y qué desayunarás. Estos preciosos minutos son tuyos.
Incrementa tu ritmo cardíaco
Súbete a la caminadora durante 30 minutos. Los estudios han encontrado que la gente que se ejercita durante las mañana es más propensa a quedarse con una rutina de ejercicio.
Esto se debe a que se ejercitan inmediatamente y no tienen todo el día para inventar excusas para evitar ir al gimnasio. Y, como algo extra, esta explosión temprana de actividad te hará que produzcas endorfinas para que te sientas bien y te durará la mayor parte del día.
¿Acostumbras hacer alguna actividad en las mañanas para ponerte de buen humor?
Fuente: Best Health
Guía de Bienestar
