Para infinidad de personas el aislamiento en casa puede ser difícil, pero existen factores de protección que ayudan a sobrellevar la cuarentena.
Concentrarse cognitivamente en que no podemos salir es incorrecto; mejor piensa que gracias a tu elección (un sacrificio personal) se está logrando un bien para la sociedad (bienestar colectivo). Piensa que estás haciendo algo por el bien común.
“Enfócate en que, aunque es difícil, quedándote en casa durante el aislamiento estás salvando vidas” explica la educadora social y psicóloga Elena San Martín en el documento ‘Consejos psicológicos para largos periodos en casa’.
La sobreinformación puede generar ansiedad. Evita tener la televisión encendida todo el día con noticias sobre el virus.
Infórmate en un momento concreto del día que previamente hayas elegido. Puede ser el día o la noche, pero solo una vez. Pasa el resto del tiempo del aislamiento en actividades distintas.
Trata de no aislarte tras las pantallas, al contrario, usa las herramientas digitales para estar en contacto con la gente que quieres. Limita el tiempo que pasas en tus redes sociales.
Busca formas de actividad física en casa. Para este objetivo también puedes echar mano de la tecnología.
Una rutina diaria creada previamente por ti será de gran ayuda para el aprovechamiento del tiempo durante el aislamiento. Comprométete a cumplirla.
Los horarios y las rutinas son fundamentales sobre todo para los más pequeños de la casa. Hazles saber que por la mañana harán los deberes escolares, después de la comida podrán jugar un poco con tabletas o teléfonos inteligentes y la tarde será aprovechada para actividades especiales en familia.
Es importante tomar conciencia de las dificultades que suponen estos días a nivel psicológico para algunas personas.
Hacer un ‘acuerdo de paz’ mediante el cual colaboraremos y apoyaremos a nuestra gente cercana con la finalidad de hacer la vida más llevadera a los demás.
Los niños deben comprender porqué no debemos de salir de casa durante el aislamiento: no por el miedo a contagiarnos, sino porque de este modo estamos protegiendo a personas de salud frágil.
Es importante hacerles entender que estamos haciendo un acto lleno de valor y sentido trascendente.
Habla con ellos sobre cómo se sienten y ayúdales a ponerles palabras a sus sentimientos, aconseja Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia.
Hablar con los niños de cómo se sienten y ayudar a ponerles palabras a sus sentimientos.
El mensaje clave es pensar en colectivo y dejar de lado la individualidad, pues nuestras acciones pueden tener repercusiones a nivel poblacional.
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