Consejos para vivir mejor de alguien que sabe
Diferentes médicos no supieron a qué se debía su mal estado de salud, y ninguno le pudo dar una solución. Al final la encontró y ahora la comparte.
Cuando tenía poco más de 20 años, la nutrióloga holística Joy McCarthy sufría de problemas de salud que incluían desequilibrios hormonales y trastornos digestivos. Además, se le caía el pelo y tenía la piel reseca.
Después de tres años de visitar a diferentes médicos y de tomar un sinnúmero de medicamentos, decidió explorar la medicina alternativa para tratar sus problemas de salud.
“Fui a ver a un experto en naturopatía y nutrición, y desde entonces todo cambió para mí”, explica la experta, quien ahora tiene 36 años.
En los siguientes seis meses, cambió su dieta, optó por un estilo de vida más saludable y se mantuvo en un régimen de complementos nutricionales.
Esta experiencia mejoró su salud y le encendió una pasión por ayudar a otros a sentirse bien. “Supe que quería capacitar a las personas, educarlas e inspirarlas para mejorar su salud por medio de la nutrición”, dice la recién casada, quien actualmente trabaja como profesora.
“Son las cosas pequeñas las que me hacen feliz a diario: el yoga, los abrazos de mi esposo, las conversaciones telefónicas con mi mamá o con mis amigas, las siestas que comparto con mis dos gatos y escuchar música de camino a la oficina”.
“Creo que la clave de una vida sana está en el equilibrio: dormir lo suficiente, minimizar el estrés, estar activa, ser agradecida y dedicar tiempo a los seres queridos”.
“No sigo ninguna dieta definida, simplemente escojo comidas ‘reales’ e integrales. Los días jueves me llega a casa una caja de alimentos orgánicos. Mis comidas reflejan
el contenido de esa caja. Esta semana, por ejemplo, utilicé camote, cebollas, ajo y pimiento amarillo para hacer un chili de camote y frijoles negros”.
“Fui adicta a correr en mi juventud. Ahora prefiero extender mi tapete de yoga antes que ponerme los tenis. Me encanta el equilibrio que me da el yoga y la forma en la que ha cambiado mi cuerpo. Me ha hecho más fuerte, más flexible y ha mejorado mi postura. También ando en bicicleta y camino tanto como puedo”.
“En la variedad está el placer, y para mantener tu salud y tener vitalidad, es importante comer alimentos diversos. Disfruto todo, desde el salmón al horno hasta hamburguesas de pavo y verduras asadas. No soy vegetariana, pero muchas de mis comidas sí lo son”.
“A mi esposo Walker y a mí nos encanta comer fuera. Y sí, disfruto el vino y a veces como azúcar, pero si voy a darme un gusto, ¡no voy a hacerlo con comida chatarra! Tiene que ser por algo así como las galletas que hace mi mamá o un pastelillo de mi pastelería favorita”.
¿Estarías dispuesto a cambiar algunas cosas en tus hábitos para sentirte mejor?