Si tu jefe te pide que hagas algo, casi nunca hay una buena razón para responder “no”. Incluso aunque estés muy ocupado con otros proyectos y presientas que no podrás terminar, es mejor preguntarle a tu jefe cuál de todos tus proyectos tiene prioridad.
De esa forma lucirás como un empleado con una actitud de “sí puedo” en lugar de uno que transmite “no quiero”.
Buscar culpables es un juego traicionero e infantil. Si eres inocente de algo que haya ocurrido, explica a tu jefe las razones, pero nunca culpes a tus compañeros de trabajo, especialmente si no eres del todo inocente.
Si tu jefe ve que nunca tienes la culpa de nada, empezará a preguntarse si estás diciendo la verdad.
Por supuesto que los jefes saben que todo su personal podría estar buscando un trabajo nuevo, pero hay una gran diferencia en que lo piense y que lo sepa.
En un mundo perfecto deberíamos poder informarle a nuestros jefes que queremos un cambio, pero en el mundo real casi todos se sentirán insultados.
Es mejor primero encontrar ese trabajo nuevo y anunciar tu partida con dos semanas de anticipación.
Si tu jefe te pide algo y no estás muy seguro sobre cómo hacerlo, no se lo digas. Es mejor pedirle consejo sobre los pasos a seguir (por ejemplo, ¿existe alguien en la empresa que pueda guiarte? ¿Hay un manual de procedimientos?).
Esto demuestra que estás listo y dispuesto a aprender sin que tengas que admitir tu ignorancia.
No significa que no puedas pedir un aumento de sueldo, pero no empieces la negociación confesando que el dinero no te alcanza. Esto no conmoverá a tu superior.
Cuando pidas un aumento de sueldo, es mejor ofrecer evidencia de tus logros laborales y mantener tu vida personal lejos de la conversación.
No te gustaría que te compararan con la persona a la cual remplazaste, así que es muy posible que tu nuevo jefe se sienta así.
Además, tu jefe podría pensar que no estás dispuesto a cambiar tus métodos, que no sabes cómo adaptarte y que no eres flexible, lo que impedirá que te incluyan en nuevos proyectos.
Una cosa es que tengas que salir temprano porque tienes una cita con tu doctor. Pero nunca pidas permiso para irte porque no tienes nada que hacer.
A los jefes les agrada la iniciativa, así que si estás aburrido, investiga en qué puedes ayudar o si hay algún proyecto en el que puedas colaborar.
Te están pagando para ser productivo y entusiasta, y no es responsabilidad de tu jefe lograr que tu trabajo sea más interesante.
En lugar de decir “estoy aburrido”, ofrécete a iniciar un nuevo proyecto o dile a tu jefe que quieres tener más responsabilidades.
Si tienes una relación cercana con tu jefe y son amigos, parecería normal platicarle lo mucho que te divertiste la noche anterior. Pero no lo es.
Si está ocurriendo con frecuencia y siempre llegas tarde, tu jefe podría preguntarse si no hay relación entre tus retardos y tu afición a la bebida.
No olvides que, a pesar de la relación entre ustedes, sigue siendo la persona que toma las decisiones sobre los aumentos, ascensos y bonos que recibes.
¿Has pasado alguna experiencia curiosa con alguno de tus jefes?
Tomado de rd.com 9 Things You Should Never Say to Your Boss
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