Siempre se te olvidan, pero tendrías que incluirlas en tu plan de limpieza.
Es fácil que a la cortina se le peguen restos de jabón y moho, pero es muy rápido eliminarlos. Sólo acuérdate de meterla en la lavadora.
Sí, puedes meter tu almohada en la lavadora. Lava dos a la vez, siguiendo las instrucciones en las etiquetas (si no las encuentras, bastará con usar agua tibia en un ciclo suave). Haz lo mismo con tu edredón y tus mantas.
Si no duermes bien después de lavarlas, quizá ya sea tiempo de cambiar tus almohadas.
Las llaves son otro objeto que usas a diario, así que necesitan una buena lavada. Para mantenerlas limpias y evitar el óxido, frótalas con limón y sal y enjuaga con jabón para platos.
Si ya están oxidadas, remójalas en una solución de agua y vinagre durante 20 minutos, enjuaga y vuélvelas a remojar otros 30 minutos. Esto eliminará el óxido por completo.
Podrías enfermarte si no haces la limpieza de tu refrigerador de vez en cuando. Como parte de un estudio sobre gérmenes realizado en 2013, NSF International analizó 20 cocinas en Michigan, Estados Unidos: los cajones de la carne y de las verduras fueron los dos lugares que reunieron más microbios.
Primero, desconecta el refrigerador y vacíalo. Desecha los contenedores herméticos viejos y la comida que ya expiró o que se haya echado a perder (son los principales responsables de que se contamine tu refrigerador).
Pasa un trapo con limpiador por todas las superficies. Aparte, sumerge los cajones en agua tibia y tállalos con jabón líquido para platos hasta que estén limpios.
Toma las precauciones necesarias para prevenir y retirar el moho de sus juguetes de baño. Y pide la ayuda de tus hijos para la limpieza de los contenedores donde guardan sus muñecas y juguetes.
Pasen la tarde revisándolos, separando los que quieren conservar y los que quieren donar, y limpien cada juguete antes de volver a guardarlo.
Asegúrate de que tus equipos estén apagados y fríos antes de empezar la limpieza. Retira el polvo con una tela suave.
Humedece ligeramente la tela con una solución a partes iguales de agua y de alcohol de isopropilo y exprímela (debe estar húmeda, no empapada). Frota ligeramente las pantallas y seca con otra tela.
Abarca la limpieza del horno de microondas, las licuadoras, la cafetera y cualquier electrodoméstico mediano o pequeño que tengas en la cocina.
Estás ayudando al ambiente y están manteniéndote hidratado. Ahora, recurre a tu botella reciclable para permanecer sano y acuérdate de lavarla después de cada uso.
Es fácil ver que tus ventanas están sucias, pero los alféizares y los rieles suelen pasar desapercibidos. Sacude el polvo y los insectos o usa una aspiradora con el accesorio de cepillo.
Puedes hacer la limpieza de esta área con vinagre blanco y dejar reposar un minuto. Seca con toallas de papel y usa hisopos para alcanzar los rincones más difíciles.
¿Verdad que es una buena idea mantener limpios todos los lugares donde guardas la comida y los platos? Vacíalos (de preferencia uno a la vez para evitar el tiradero), desecha las latas que hayan expirado y limpia tanto los muebles como los objetos.
Antes de volver a guardar todo, revisa tu vajilla en busca de platos que lleves mucho tiempo sin usar. Si están en buenas condiciones, quizá sea mejor que los dones.
El clima está mejorando, ¿por qué no asegurarte de que los muebles de tu jardín estén impecables antes de empezar a usarlos? Lo mejor: no necesitan una limpieza con tanta frecuencia.
Las usas casi todos los días sin pensar cuántas veces las tocas y cuántas veces las has limpiado (respuesta: ninguna). Un estudio de 2012 detectó que una de cada 10 tarjetas de crédito, débito, transporte o identificación estaba contaminada con materia fecal.
La limpieza de tus tarjetas es fácil, puedes hacerlo con un trapo húmedo o una toallita antibacterial, y frota suavemente la banda magnética con una goma de borrar.
Es lógico que estén sucios. Lavarlos de vez en cuando eliminará un poco la molestia de sacar la basura, así que no los olvides en tu lista de limpieza.
Quizá no tengan tantos gérmenes como se pensaba antes, ¿pero cuántas veces has limpiado un pomo o las asas de los cajones? ¿Lo has hecho alguna vez? Tómate algunos minutos para la limpieza de esto, es de las cosas que más se usan en tu casa.
Es fácil acordarnos de la limpieza de las alfombras. Pero levanta los tapetes y las alfombras que no estén sujetas al piso y encontrarás un universo oculto de polvo y suciedad.
Piensa en todos los lugares donde has colocado las bolsas de tela que usas para el supermercado o el lavado de ropa: el piso, la cajuela de tu auto, el mostrador de la cocina… ¡Es hora de darles una buena lavada!
¿Cómo hacer la limpieza? Mételas en la lavadora con un ciclo de agua caliente con el resto de tu ropa. También puedes meterlas en la secadora.
Tomado de Readers Digest 17 Little Things Everyone Forgets to Clean—But Shouldn’t
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