¿Lo Sabías?
Cosas que la gente feliz no hace
Para ser verdaderamente feliz, primero tienes que aceptarte a ti mismo y luego comunicarte con los demás, entendiendo que no les agradarás a todos.
Para ser verdaderamente feliz, primero tienes que aceptarte a ti mismo y luego comunicarte con los demás, entendiendo que no les agradarás a todos.
¿Cuántas de estas pequeñas cosas cotidianas que haces podrían estar destruyendo tu felicidad?
Nuestra cultura está saturada de imágenes de cuerpos “ideales”, así que es comprensible que tu cuerpo te deprima. Pero la clave para sentirte feliz no es cambiar tu cuerpo hasta que sea perfecto (no existe algo así), sino aprender a amar sus imperfecciones, dice la psicóloga Erin Olivo.
“Le pido a todos mis pacientes que hagan una lista de lo que creen que hace a una persona valiosa y digna de amor”, dice. “La apariencia casi nunca está en esa lista, pero cuando les pido que hagan una lista de las cosas que piensan que los hacen indignos de la felicidad, a menudo la apariencia es la primera respuesta“. En pocas palabras: tu felicidad no debería depender de tu apariencia.
Es natural querer retirarte cuando estás sufriendo, pero las personas infelices castigan a los demás siendo fríos y silenciosos. ¿El secreto de la felicidad? ¡Hablar! “Todos tienen miedo de no ser amados, pero las personas felices aprenden a pedir (y con suerte recibir) amor“, dice el psicólogo Todd Pressman.
“Incluso si no obtienes la respuesta que deseas, descubrirás que tu miedo a no ser amado no es el ‘monstruo’ que creías, y esto en sí mismo es poderosamente curativo”.
No es que las personas felices nunca se equivoquen, sino que cuando lo hacen, aprenden de sus errores y siguen adelante, dice Amy Benton, trabajadora social. Muchos nos aferramos a los malos hábitos aunque nos hagan miserables a largo plazo.
“Dejar de lado los hábitos del pasado es una gran barrera para la felicidad que debes superar si deseas cambiar y experimentar alegría en tu vida”, dice.
El perfeccionismo y el miedo al fracaso van de la mano… para las personas que no son felices. Quienes sí lo son pueden tener miedo de probar algo nuevo o arriesgarse, pero entienden que tienen que superar el miedo si quieren triunfar, dice Benton.
Los infelices, por otro lado, se esconden detrás de su miedo al fracaso y se sienten reivindicados cuando no alcanzan sus objetivos.
Posponer hacer algo desagradable o difícil puede hacerte dichoso a corto plazo. Pero la gente feliz no pospone las cosas, reconociendo que el alivio fugaz se verá eclipsado por el temor a la inminente fecha de entrega. ¿No puedes evitarlo?
“Comprométete a concentrarte en hacer una tarea por solo 15 minutos, después de lo cual puedes tomar un descanso si es necesario”, dice Hoan Do, coach de vida. Con frecuencia no necesitarás ese descanso y podrás seguir trabajando.
¿Alguien te ha dañado? Probablemente, nos pasa a todos, pero cuando se trata de felicidad ese no es el punto, dice Do. “Las personas felices no culpan a los demás, se responsabilizan por sí mismos“, dice.
“Para ser feliz debes cambiar de una mentalidad de víctima a una mentalidad creativa: los creadores tienen opciones y las víctimas no”.
¿Tienes demasiado trabajo y estás abrumado? Es una vía rápida para la infelicidad y, sin embargo, muchos sentimos que simplemente no podemos decir “no”, afirma Do.
“Veo a muchos multitaskers que piensan que son buenos en eso, pero la verdad suelen hacer menos en general”. Las personas felices se centran en sus prioridades y en cuál es el uso más valioso de su tiempo, añade.
Solo porque alguien diga algo no significa que tienes que creerlo, ¡especialmente si el tema eres tú! Las personas felices pueden identificar a aquellos cuya opinión y consejo son los más valiosos para ellos y bloquear al resto (incluso aunque tengan buenas intenciones). “Solo acepta los consejos de las personas a quienes admiras”, dice la coach Gina Marotta.
¿Con qué frecuencia haces algo solo porque te piden que lo hagas? Muchos vivimos de una “emergencia” a la siguiente sin tomarnos el tiempo para descubrir por qué es tan importante, dice Marotta.
“Las personas felices buscan el propósito más profundo de lo que están haciendo y actúan de acuerdo con ese objetivo“, explica. “Cuando actúas desde un sentido de vocación, aportas energía y alegría a tu trabajo y a tu vida, incluso cuando las cosas se tornan difíciles”.
Cuando llegan las tormentas de la vida, puedes concentrarte en el huracán que te rodea o esperar el indulto. El primero te mantendrá atrapado mientras que el segundo te mantendrá avanzando, dice Marotta.
“Sé paciente. Espera. Repítete a ti mismo ‘funcionará’. Y lo hará“, agrega.
Hacer algo por los demás se sentirá como obligación, pero hazlo por ti y se sentirá como un placer. “El ‘debería’ no debería hacerte sentir mal”, dice Megan Bearce, terapeuta matrimonial y familiar.
“A menudo escucho cosas como ‘debería estar más delgado’ o ‘debería estudiar una carrera’. Siempre les pregunto de quién es el ‘deberías’ ¿Contra quién te estás comparando? Si lo haces, ¿te llevará hacia tus objetivos o te volverá infeliz o resentido?”.
¿Tu lista de pendientes te molesta? Las personas felices logran sus objetivos diarios sin sentirse abrumados con este pequeño ajuste: cada vez que tienen que hacer algo, cambian ‘debo’ por ‘quiero”, dice Roger Ziegler, consejero y coach de vida.
Dilo en voz alta y tantas veces como sea necesario para creerlo. Es sutil, pero cambiar tu intención puede variar la emoción que te produce una tarea.
Obviamente las personas felices prestan atención a sus sueños y toman tiempo para escribir sus objetivos, pero lo mismo ocurre con los sueños nocturnos”, dice Ziegler. “Puedes usar tus sueños como una guía de vida para encontrar la felicidad”, dice.
“Hazte una pregunta antes de acostarte y cuando despiertes, registra tu respuesta en un cuaderno junto a tu cama“. Te sorprenderás de lo bien que tu subconsciente sabe lo que necesitas para ser feliz.
Cuando cometes un error, tu respuesta automática es “¡Soy tan idiota!” o “¿Por qué soy tan estúpido?” o “¡Siempre me pasan cosas malas!”. Regañarte no te sirve de nada, dice Akshay Nanavati, coach de vida.
Está bien sentir dolor y enojarte, pero no asignes un juicio de valor a tus sentimientos. “El gran dolor mental de las personas infelices consiste en juzgar sus emociones”, afirma.
“La neurociencia ha demostrado que no controlamos nuestros sentimientos, sino cómo respondemos a ellos“. En pocas palabras: detén la espiral de vergüenza antes de que comience.
Ser amado por cada persona que conoces puede sonar increíble, pero en realidad, demuestra que le das más importancia a la opinión ajena que a tu propia identidad.
Para ser verdaderamente feliz, primero tienes que aceptarte a ti mismo y luego comunicarte con los demás, entendiendo que no les agradarás a todos. Y eso está bien, dice Kelsey Silver, consejera matrimonial y familiar. “Cuando maximizas tus propios sentimientos de autoaceptación y confianza, brillas y atraes a otros”, dice ella.
La salud física y mental son inseparables, así que debes cuidar tu cuerpo si quieres sentirte feliz, dice la terapeuta Katherine Schafler. Esto no significa aspirar a un estándar de perfección inalcanzable con abdominales perfectos. Más bien, las personas felices se toman el tiempo para comer alimentos nutritivos y hacer ejercicio.
“Tu cuerpo es tuyo”, dice ella. “Es para disfrutar, nutrir, tocar, energizar, arrullar y amar. Tu increíble cuerpo te llevará a donde quieras, y si quieres llegar lejos, debes prepararlo”.
“Lo primero que hago cada mañana es recitar en voz alta tres cosas que agradezco”, dice Zen Cachola, coach de vida. Una de las mejores cosas que puedes hacer para sentirte instantáneamente más feliz es olvidarte de tener lo que quieres y concentrarte en querer lo que tienes.
Las personas felices suelen hacer listas, dice la consejera profesional Kayce Hodos. Y con una buena razón: “Haz listas de lugares que deseas visitar, cosas que deseas aprender, logros cumplidos, metas para el futuro“, recomienda. “Esto te ayudará a visualizar la vida que deseas y lo que puedes hacer para lograrla”.
Tomado de rd.com 18 Things Happy People Never Do (So You Shouldn’t Either)
¿Lo Sabías?
