El fuego, el humo y una pizca de sal vuelven esta fruta un manjar sustancioso. Asarla a la parrilla “le da sobriedad y la hace perder parte de su dulzor”, escribe Mark Bittman en el New York Times.
Él unta rebanadas de cuatro centímetros de grosor con aceite de oliva, cebolla picada, sal y pimienta; luego asa cada lado unos cinco minutos hasta que se caramelizan y empiezan a secarse. Sírvelas como guarnición, o remátalas al estilo de Bittman: con queso derretido y un panecillo para preparar una “hamburguesa de sandía”.
Las verduras de hoja verde toleran muy bien el calor, y asarlas les da un sabor ahumado que es perfecto para una ensalada apetitosa, como ésta del chef Alton Brown, de Food Network: rebana dos cabezas de lechuga romana a lo largo, y unta el lado del corte de cada mitad con aceite de oliva, sal y pimienta.
Pon las mitades de lechuga sobre la parrilla, con el lado del corte hacia abajo, y ásalas a fuego medio un par de minutos. Da el toque final con queso parmesano rallado y vinagre de vino. Sirve cada mitad en un plato.
Asarlo hace que quede tibio por dentro y caramelizado por fuera, y su dulzor se equilibra con el sabor ahumado. Corta un pastel de molde o un panqué en rebanadas de 2.5 centímetros de grosor. Unta mantequilla en ambos lados y asa a fuego medio unos dos minutos cada lado, hasta que se doren, dice la revista Food & Wine. Remata con fruta picada, helado o jarabe de chocolate.