Si bien es tentador culpar al amor por la comida que generan esos kilos de más y aumentan nuestro peso, de hecho lo opuesto parece ser lo real. La inflamación al aumentar de peso reducen nuestros receptores del gusto en un 25 por ciento, según un estudio.
Esto puede llevar a las personas a comer en exceso para obtener el mismo placer que antes.
¿Te sientes ansioso? Resulta que ganar un poco de kilos puede aumentar los niveles de ansiedad. Los investigadores encontraron que las mujeres con una cintura más ancha eran mucho más propensas a sufrir ansiedad.
Perder peso ayudó a reducir sus síntomas, tal vez porque los patrones alimenticios alteran la química cerebral y la formulación de neurotransmisores como la serotonina.
Aunque la serotonina es famosa por su capacidad para hacernos “sentir bien”, se estima que el 90 por ciento de ella se produce en el tracto digestivo, influenciada por microbios relacionados con los alimentos que consumimos.
¿Tienes migrañas que antes no padecías? Podría deberse al aumento de peso. Más de 20 años de investigación han demostrado que pasar de un peso normal a otro aumenta significativamente el riesgo de sufrir estos dolores de cabeza, y las personas obesas tienden a padecer migrañas crónicas, según la Fundación de la Migraña de Estados Unidos.
A menudo se cree que las manboobs (o desarrollo de senos en el hombre) son un efecto secundario de subir de peso, pero es mucho más complejo. ¿Por qué? Culpa a las hormonas.
La ginecomastia, su nombre científico, se desencadena por niveles de estrógeno demasiado altos o desequilibrados por la testosterona. El estrógeno, la hormona que controla los rasgos femeninos, se almacena en las células grasas, y entre más grasa tenga una persona, más estrógeno hay en su cuerpo, indica una investigación publicada en el New England Journal of Medicine.
Los hombres deben estar al pendiente de cualquier cambio repentino en el tamaño de su pecho, pues puede indicar la presencia de cáncer de mama masculino.
¿De repente sientes dolores agudos y punzantes en la espalda o en la parte superior del abdomen? Podrían ser cálculos biliares, y según una investigación en Harvard, subir unos kilos aumenta significativamente el riesgo de sufrirlos.
Y si terminan retirándote tu vesícula biliar, quizá no puedas volver a comer alimentos con alto contenido de grasas por el resto de tu vida.
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio de Harvard fue el fuerte vínculo entre el aumento de kilos y la depresión, afirman los investigadores. Las personas obesas tienen 55 por ciento más de riesgo de desarrollar depresión en comparación con las personas de peso normal, según un estudio publicado en Archives of General Psychiatry.
Los trastornos del estado de ánimo y el aumento de peso pueden convertirse en un círculo vicioso, ya que el estudio también detectó que las personas deprimidas tienen un 58 por ciento más posibilidades de presentar sobrepeso.
¿Un consejo que ayudará tanto a tu estado de ánimo como a tu cintura? ¡Toma una siesta!
Una de las consecuencias más desgarradoras al aumentar unos kilos es un mayor riesgo de infertilidad, tanto en hombres como en mujeres, según el estudio de Harvard.
Tener tejido adiposo adicional puede alterar las hormonas y dificultar la concepción de un bebé.
¿Tienes dificultades para actuar en el dormitorio? La disfunción eréctil se presenta con el aumento de peso, afirman investigadores de Harvard (ojo: también puede indicar un problema de salud más grave).
Por fortuna, esta condición mejora con solo perder algunos kilos.
Si sientes dolor muscular inexplicable, debilidad y fatiga, podrías tener deficiencia de vitamina D. ¿Y qué tiene que ver con tu peso? Las personas con sobrepeso son más propensas a ser deficientes en este importante nutriente, según un estudio.
¿Por qué? Incluso aunque obtengas vitamina D suficiente a través de la luz del sol o los complementos alimenticios, esta se diluye en el tejido graso extra.
El aumento de kilos también incrementa el riesgo de otras deficiencias de vitaminas y minerales. La buena noticia es que restaurar la vitamina D puede ayudarte a perder peso.
La acidez es lo peor. El dolor de pecho y garganta anula el placer de una comida deliciosa. Si repentinamente empiezas a tenerla con más frecuencia, es momento de subirte a la báscula. Según el estudio de Harvard, aumentar de peso te pone en mayor riesgo de acidez estomacal.
Algunos investigadores sugieren que el exceso de grasa corporal alrededor de tu cintura aumenta la presión en el estómago y hace que el esfínter entre el estómago y el esófago se abra cuando no debería.
¿Tu pareja usa tapones para los oídos, una máquina de ruido blanco y tiene un aerosol antirronquidos a la mano? Es una buena señal de que tus ronquidos están fuera de control.
Una de las causas del ronquido fuerte y persistente es la apnea del sueño, una afección que hace que dejes de respirar muchas veces durante la noche y que puede empeorar o empeorar con el aumento de kilos.
¿Las buenas noticias? Los roncadores crónicos que siguieron un plan de alimentación saludable experimentaron mejoras en ocho semanas.
Antes se pensaba que algunos genes pueden causar aumento de peso, pero también puede ocurrir lo contrario: el aumento de peso cambia los genes en su nivel más básico.
Según un estudio publicado en Nature, subir de peso altera la expresión génica en el ADN: los genes que experimentaron los cambios más significativos se relacionaban con el metabolismo y la inflamación. Por fortuna, también funciona a la inversa.
Para muchos, orinar con frecuencia por la noche se debe al envejecimiento, pero también puede ser una señal temprana de insuficiencia renal, afirma la Fundación del Riñón de Estados Unidos.
¿Qué tiene que ver tu peso con tus riñones? Mucho: las personas obesas tienen siete veces más probabilidades de contraer enfermedad renal, mientras que las personas con sobrepeso leve tienen 90 por ciento más probabilidades de desarrollar insuficiencia renal en etapa terminal, según un estudio realizado por la Universidad de California en San Francisco.
¿Te preguntas por qué has perdido tu disciplina financiera? La báscula puede tener algunas respuestas. Un aumento de peso del 10 por ciento basta para cambiar significativamente tu cerebro, según una investigación publicada por la Asociación de Ciencias Psicológicas, y esto puede alterar tu personalidad.
Las personas que subieron de peso obtuvieron puntuaciones más altas en impulsividad y resistían menos tentaciones de todo tipo, hallaron los investigadores.
Tomado de rd.com 14 Bizarre Things That Can Happen When You Gain Weight
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