Las madres les decimos a nuestros hijos: “Quiero que sean felices”. Y lo decimos en serio. Lo que no decimos es: “Pero a mí también me gustaría ser feliz”.
Pasé un par de décadas siendo la protagonista; ahora tengo un papel de personaje.
Sé que ahora es tu esposo. Pero sigue siendo mi hijo.
El más pequeño comentario mío se toma como una crítica, así que tengo mucho cuidado con lo que digo a tu alrededor. Sigue estos consejos respaldados por la ciencia para aumentar la confianza en ti.
Todos los años te envío un regalo de cumpleaños, pero ni siquiera levantas el teléfono para agradecerme. Este año, dije: “Eso es todo. No más.” Sin embargo, mírame: estoy a punto de enviar otro regalo.
Supongo que así soy yo.
He hecho varias cosas en mi vida. ¿Por qué no pides mi consejo?
No voy a venir para una “inspección de guante blanco”.
Cuando realmente quiero hablar con mi hijo(a) en privado, no llamo a su casa. Llamo a su celular.
Estoy tan feliz de que permitas que mi hijo, tu esposo, me visite el Día de la Madre. Es un viaje largo y un gran gasto.
Ella te lleva de vacaciones todos los años y compra cosas que yo no puedo pagar. Todo lo que puedo hacer es amarte y cuidarte. Espero que sea suficiente y que se aprecie.
Siempre que me quedo en tu casa, siempre tienes mi habitación lista, mis toallas, todo. Haces todas las cosas bien.
Aprecio el imán del refrigerador que me diste: “La edad y la traición siempre vencerán a la juventud y la habilidad”.
Pero sería bueno que lo hicieras. Demuéstrale a tu suegra que la aprecias con estas 29 hermosas frases del Día de la Madre.
Si odias ese suéter verde que te compré, por favor, dímelo.
Si no te he dicho mucho eso, es porque tengo miedo de que pienses que estoy adulando.
A veces te veo tomar decisiones que temo que te llevarán a dificultades. Pero me muerdo la lengua.
Quiero gastarlo positivamente. No quiero desperdiciarlo peleando.
Si crees que no puedo darte un buen consejo porque no tengo el cuadro completo, bueno… píntamelo.
Pero me prohíbes que lo haga. Eso es doloroso.
La última vez que estuve en tu casa, apenas me hablaste. No puedo entender por qué.
Pensé que pensarías, Wow, ¡tengo tanta suerte! Me mata que no lo hagas. Intenta tomar prestados estos secretos de las familias más felices.
Espero que no estés pensando en secreto: “Maldita sea. ¿Por qué llama aquí tan temprano?
Desearía que me vieras de esa manera. Me siento un poco resentida porque de repente toda mi vida se ve a través del prisma de “la suegra”. Estas son 11 cosas que nunca debes decirle a tu familia.
Tomado de rd.com 26 Things Your Mother-in-Law Is Secretly Thinking
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