Por lo que se refiere a corpulencia, después de los elefantes los animales terrestres más grandes del mundo son los rinocerontes.
El rinoceronte blanco, especie amenazada de extinción, llega a pesar 4 toneladas, y el rinoceronte negro, que tiene predilección por los arbustos espinosos, pesa 1.5 toneladas aproximadamente. Hay otros rinocerontes que viven en la India y en diversas partes de Asia.
Aunque es fácil encontrar semejanzas entre los rinocerontes y los elefantes (tamaño, piel coriácea y demás), la verdad es que no están emparentados; el pariente más cercano del elefante, aunque parezca mentira, es el damán, un animal del tamaño de un conejo, de orejas pequeñas, patas cortas y que prácticamente carece de cola.
Los damanes viven en los árboles o en lugares rocosos de varias localidades de África y se alimentan de hojas y frutos.
¿Resultan útiles las trompas y los cuellos largos?
La trompa del elefante le sirve para beber, emitir sonidos (barritar) y oler; con ella se rocía agua y polvo sobre el cuerpo para refrescarse y alejar a los insectos; la hembra la usa para dirigir a los pequeños y castigar a los jóvenes, y más importante aún, la trompa sirve para recoger alimento.
Con este apéndice excepcional el elefante puede manejar objetos tan grandes como un árbol y tan pequeños como la vaina de una leguminosa o un cacahuate.
Por su parte, el animal más alto de la tierra, la jirafa, tiene un cuello tan largo que puede ramonear las frondas de los árboles a una altura de unos 5 metros sobre el suelo.
Las hojas de las acacias son su alimento principal. Este animal tiene un corazón enorme, de más de 20 kilos, capaz de bombear la sangre hasta la cabeza venciendo la gravedad.
Cuando la jirafa dobla el cuello para comer el follaje bajo o para beber, se cierran unas válvulas especiales que tiene en los vasos sanguíneos para evitar una peligrosa acumulación de sangre en la cabeza.