Salud

¿Cuáles son los síntomas del ‘síndrome de piernas inquietas’?

La primera pregunta sería ¿existe el síndrome de piernas inquietas? La respuesta es ¡claro que existe! Fue descrito por primera vez en 1672  por Thomas Willis, médico de cámara de Carlos II, pero con frecuencia no es bien diagnosticado ni tratado, explica Arturo Contreras Marín, neurólogo clínico y ex jefe de Neurología del Hospital Central Militar.

¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?

El síndrome de piernas inquietas, también conocido como la enfermedad de Willis-Ekbom, anxietas tibarum y más recientemente como restless legs syndrome (RLS) comienza en cualquier etapa de la vida y generalmente empeora con la edad.  Es una rara afección del sistema nervioso central aún en estudio, pero que es más frecuente de lo que se cree, aclara el especialista.

¿Cuáles son los síntomas?

Los más frecuentes referidos por los pacientes son:

  • Necesidad de moverse
  • Hormigueo
  • Inquietud
  • Calambres
  • Tirón doloroso
  • Tensión
  • Malestar
  • Comezón
  • Eléctrico

Los síntomas empeoran por la noche

La gente suele describir los síntomas como sensaciones anormales y desagradables en las piernas o los pies. Suelen ocurrir en ambos lados del cuerpo. Con menor frecuencia, estas sensaciones se presentan en los brazos, explican especialistas de la Clínica Mayo. En general se trata de una sensación molesta que obliga a los pacientes a mover las piernas. Si no lo hacen experimentan una sensación molesta.

“Muchas veces la sensación se alivia levantándose y caminando, con la subsecuente pérdida de sueño y calidad de vida de infinidad de pacientes. Muchos de ellos alivian sus síntomas empleando bicicletas fijas” cuenta el neurólogo clínico.

¿Cuáles son los criterios diagnósticos?

  • Necesidad urgente de mover las piernas, acompañada generalmente de una sensación incómoda y poco placentera en las extremidades
  • Urgencia de moverse o una sensación poco placentera en las extremidades que comienza cuando se inician periodos de descanso
  • La necesidad de moverse, o las sensaciones poco placenteras en las extremidades, son parcialmente disminuidas por el movimiento del paciente, generalmente caminando
  • La necesidad de movimiento, o las sensaciones poco placenteras en las extremidades, es mayor en los periodos de tarde/noche, siendo menos probables por la mañana

¿Cómo se diagnostica el síndrome de piernas inquietas?

Habitualmente el diagnóstico se realiza de forma clínica, es decir, durante la consulta con el médico. Los estudios de laboratorio y gabinete se restringen a casos especiales  y serían:

  • Electromiografía
  • Estudio del sueño
  • Niveles de ferritina

Algunas personas con este síndrome nunca buscan atención médica porque les preocupa que no se les tome en serio, pero no debe olvidarse que este padecimiento puede interferir en el sueño, causar somnolencia durante el día y afectar tu calidad de vida. Habla con el médico si crees que puedes tener el síndrome de las piernas inquietas.

¿Con que enfermedades se suele confundir?

Los pacientes son frecuentemente diagnosticados como ansiosos deprimidos o con insomnio y tratados con benzodiacepinas tipo alprazolam, clonazepam, etc. Por otra parte, se suele pensar que los movimientos de piernas que ocurren durante el sueño de manera regular son habituales en pacientes mayores de 50 años.

¿Cuál es el origen del síndrome de piernas inquietas?

Aún es desconocida su etiología, pero se sabe que existe una desregulación del hierro sérico y cerebral, es decir, existen bajas concentraciones de hierro sérico y ferritina en sangre y algunas zonas del encéfalo como el núcleo rojo.

¿Es hereditario?

Se ha documentado un patrón de herencia autosómica dominante. Si existe un miembro afectado en la familia es muy probable que existan varios más en la familia. Se considera que hasta un 10 por ciento de la población mundial está afectada por este particular padecimiento.

¿Se cura el síndrome de piernas inquietas?

No, pero tampoco se trata de una enfermedad grave que pueda llevar al paciente a la muerte, aunque sí deteriora notablemente la calidad de vida.

La enfermedad de Willis-Ekbom puede ser tratada con fármacos dopaminérgicos como el ropirinol y el pramipexol , que habitualmente se emplean para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, así como el antiepiléptico gabapentina.

Debido a que se trata de un padecimiento neurológico, el médico mas idóneo para su diagnóstico es el neurólogo, aunque un médico internista puede diagnosticar y referir al neurólogo.

Eliesheva Ramos

Como periodista tengo la misión, parafraseando al intelectual español Julio Anguita, de perturbar, de agitar el cerebro, de mover las conciencias. Para lograr esos objetivos me aferro al abecedario como otros se aferran al escapulario. Me especializo en notas de salud, bienestar, estilo de vida, gastronomía y viajes.

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