Cuando el cuerpo suda a mares… y huele mal
¿Te parece que transpiras más que el resto de la gente? Podría ser hiperhidrosis. Aquí te decimos a qué se debe y qué hacer. “Algunas personas sudan más de lo necesario para regular la...
¿Te parece que transpiras más que el resto de la gente? Podría ser hiperhidrosis. Aquí te decimos a qué se debe y qué hacer.
“Algunas personas sudan más de lo necesario para regular la temperatura corporal”, dice Nowell Solich, dermatólogo residente en Toronto, Canadá. Esto puede afectar la calidad de vida. Si tú te encuentras en este caso, podrías tener una condición que los médicos llaman hiperhidrosis. Por lo general, el exceso de sudor se concentra en una zona del cuerpo, como las manos, los pies, la cara o las axilas. En casos raros hay quienes sudan profusamente en todo el cuerpo.
“Consulta un dermatólogo o un médico general para descartar otras causas posibles”, aconseja Shakeel Bhatti, instructor clínico en la Facultad de Ciencias Farmacológicas de la Universidad de Columbia Británica. De manera ocasional algunos fármacos (entre ellos los antidepresivos y ciertos analgésicos) pueden provocar hiperhidrosis, aunque la sudoración excesiva también puede ser síntoma de otro problema de salud, como el hipertiroidismo (sobreactividad de la glándula tiroides).
Opciones médicas
Si transpiras en exceso y no te dan resultado los remedios caseros, pide a tu médico que te hable acerca de estos tratamientos:
Fármacos como la oxibutinina reducen la sudoración en algunas personas, aunque pueden tener efectos secundarios, como visión borrosa y palpitaciones.
Las inyecciones de Botox en las zonas que sudan pueden inhibir temporalmente la activación de las glándulas sudoríparas.
Otra posibilidad es la extirpación quirúrgica de estas glándulas, pero considera esta opción como el último recurso.
La transpiración es una respuesta fisiológica natural cuya principal función es eliminar toxinas y regular la temperatura corporal. Sin embargo, debes tener presente que si tu sudoración abundante es normal —es decir, si no está relacionada con la hiperhidrosis—, el uso regular de desodorantes puede resultarte muy útil, ya que inhiben la proliferación de las bacterias que provocan el mal olor al sudar.