Una mujer estadounidense adquirió un acento británico luego de ir al dentista.
El malherido que despertó matemático
Cuando, el 13 de diciembre de 2002, unos asaltantes golpearon brutalmente a Jason Padgett, de 43 años, desertor universitario y empleado de una tienda de muebles, en Tacoma, Washington, le produjeron una conmoción cerebral… y un cociente intelectual más alto. Después del ataque, Jason empezó a ver fórmulas matemáticas y diseños en su entorno (como el matemático John Nash, ganador del Nobel). Los exámenes médicos revelaron que en su cerebro dañado se habían activado ciertas áreas a las que la mayoría de la gente no tiene acceso. Ahora Jason transforma los patrones que ve en fractales, intrincados diagramas trazados a mano, y los vende en línea a través de Fine Art America.
El Beethoven instantáneo
En el otoño de 2006, cuando tenía 39 años, Derek Amato se golpeó la cabeza en una piscina. A causa de esto perdió el 35 por ciento de la audición en un oído y gran parte de la memoria, pero ganó una habilidad asombrosa: cuatro días después del accidente, se sentó en el improvisado estudio musical de un amigo suyo y se sintió atraído por un teclado eléctrico. Jamás había tenido el más mínimo interés en el instrumento y no sabía leer música, pero eso no le impidió tocar un concierto espontáneo… ¡que duró seis horas! Luego de consultar a un médico, Derek supo que había adquirido el síndrome del sabio, condición en la que el daño cerebral hace surgir habilidades latentes, en su caso musicales.
Europea de la noche a la mañana
Karen Butler, de 60 años, es estadounidense, pero adquirió un acento británico luego de ir al dentista. En 2009, esta mujer despertó de una operación de implante dental con un acento británico y una pizca de rumano, y se le quedó. Se cree que este fenómeno, llamado síndrome del acento extranjero (un trastorno tan raro que se han documentado sólo 60 casos en todo el mundo), es efecto de una lesión menor en la parte del cerebro que controla el tono de voz y la articulación del habla.
El calendario humano
Cuando Orlando Serrell tenía 10 años de edad, sufrió un golpe accidental en la cabeza con una pelota de beisbol que le produjo jaqueca. Varios días después, ya disipado el dolor, el chico era capaz de decir qué día de la semana fue cualquier fecha desde el 17 de agosto de 1979, cuando tuvo el accidente. Orlando, hoy día de 45 años, tiene el llamado síndrome hipertimésico, por el cual puede recordar una gran cantidad de información autobiográfica.
Artista por accidente
A los 36 años de edad, el quiropráctico de Massachusetts Jon Sarkin sufrió un ataque de apoplejía que le causó una obsesión por dibujar. Nunca había mostrado talento para ningún arte, pero se obsesionó tanto con dibujar que se escabullía de las cenas familiares para trazar símbolos, hacer bocetos y pintar durante horas, ya que las ideas le llegaban a raudales. Trató de volver a su profesión de quiropráctico, pero no podía dejar de hacer dibujos. Su compulsivo pasatiempo ha dado frutos: The New Yorker, GQ y otras revistas han publicado sus dibujos dramáticos y fantasmales; sus pinturas se han vendido hasta por 10,000 dólares cada una, y la compañía productora de Tom Cruise compró los derechos para filmar su biografía.
Fuentes: Popular Science, periódico Daily Mail, cracked.com, ABC News