La primera comida del día debe incluir alimentos variados y nutritivos que aporten energía para enfrentar la jornada escolar. Es fundamental que este desayuno contenga un lácteo, cereales integrales y una pieza de fruta, con posibles acompañamientos saludables como aceite de oliva, tomate, aguacate o queso fresco.
Componentes clave del desayuno escolar
- Lácteos: Un vaso de leche, yogurt o una porción de queso fresco que aporte proteínas y calcio.
- Cereales integrales: Pan integral o copos sin azúcares añadidos, que proporcionan energía sostenida.
- Fruta entera: Idealmente natural para ofrecer vitaminas, fibra y sabor.
- Complementos saludables: Opciones como aceite de oliva, tomate, aguacate o queso fresco pueden enriquecer la comida sin añadir azúcares o grasas dañinas.
Motivos comunes por los que muchos niños no desayunan bien
Entre el 6 % y 8 % de niños y adolescentes en México no desayunan regularmente. Las razones más comunes incluyen:
- Falta de apetito al despertar.
- Falta de tiempo por las mañanas, especialmente en adolescentes.
- Preferencia por comer en el recreo.
- Motivos estéticos, como quienes omiten esa comida para adelgazar.
Cómo fomentar un buen hábito de desayuno
- Convierte el desayuno en una rutina diaria: repetirlo ayuda a consolidar el hábito.
- Los adultos deben ser modelos positivos, desayunando con los niños siempre que sea posible.
- Compartir la mesa fomenta no solo una buena alimentación, sino también un espacio de conexión familiar.
Un desayuno completo antes de ir al colegio no requiere mucho tiempo, pero sí buenos ingredientes. Incluir lácteos, cereales integrales y fruta garantiza energía, concentración y salud durante toda la mañana. Con constancia y ejemplo familiar, incluso los niños menos aficionados podrán tomar este hábito como parte de su día.