Al correr los atletas están generando un martilleo repetitivo contra superficies duras en la parte inferior de las piernas.
“Cuando el IMC (índice de masa corporal) es muy bajo y hay poca masa muscular la única manera en que el cuerpo puede absorber el impacto de correr es directamente sobre los huesos”, doctor Timothy Miller.
Durante tres años analizó decenas de lesiones entre los atletas universitarios y concluyó que las corredoras con un IMC por debajo de 19 tienen más riesgo de sufrir fracturas por fatiga que las personas con un índice normal o alto.
Además, el doctor observó que sus lesiones tardaron más tiempo en sanar.
“Mientras no aumenten el índice de masa muscular y ganen algo de peso permanecen en riesgo de tener una fractura por fatiga en algún momento de sus carreras”, dijo Miller.
Lesiones por estrés cotidiano
Para las personas que desarrollan su vida en zonas urbanas, los riesgos de sufrir una lesión de huesos por estrés no es menor.
Por lo general, podemos observar este tipo de lesiones cuando la persona trae consigo una carga de presión y estrés alta, las prisas, los nervios y el ajetreo de la ciudad, son factores que ocasiones se presente un problema como este.
Al falsear el tobillo o pisar mal, con la ligereza de los tendones, puede ocasionar una terrible fractura, y esto no es más que estrés acumulado en nuestro organismo, provocado por situaciones de nuestro día a día que alteran los sentidos, la mente y evidentemente, nuestro cuerpo.
Ahora que ya conoces este tipo de lesión, ¿has sufrido una fractura por esta causa?
FUENTE: Centro Médico Wexner de la Universidad de Ohio State, bbc