¡Cuidado con las estafas!
Siempre existirán personas dispuestas a engañar, debes ser precavida y estar alerta. Actualmente hay muchas formas para timar a la gente: desde pedir dinero por que tienen a un familiar enfermo, por que se...
Actualmente hay muchas formas para timar a la gente: desde pedir dinero por que tienen a un familiar enfermo, por que se quedaron sin trabajo o por que tienen una grave enfermedad, hasta por hacerse pasar por una compañía y aprovecharse de la gente necesitada de un empleo.
Afortunadamente con las redes sociales ya es común que se difundan los diferentes tipos de artimañas que usan los estafadores. Puedes creer o no en ellas, eso ya depende de ti, pero por lo menos te mantiene alerta.
Algunas de las más generales son:
¿Dónde quedó la bolita?
Generalmente están en tianguis o entre los puestos de vendimia afuera de las estaciones del Metro que tienen paradero de camiones. Es simple, un tipo que con una mesa hecha de cajas, ahí tiene tres tapaderas pequeñas y una bolita. Empieza a moverlas muy rápido y quien apuesta y adivina gana la misma cantidad que arriesgó.
Es común que esté rodeado de dos o tres personas, que son sus “paleros”, es decir, que están coludidos con ellos y que cada vez que apuestan, ganan. El de la bolita con toda amabilidad les paga a la vista de todos, por lo que la víctima empieza a maquinar que es sencillo ganar: “dinero fácil”; así que decide apostar.
Obvio, nunca va ganar, ni le atinará a saber donde quedó la bolita, porque la mano es más rápida que la vista y los que están ahí son estafadores profesionales.
El billete de lotería
En esta estafa, llega una persona, generalmente se disfraza como alguien muy humilde, de algún pueblo del interior de provincia, y se acerca a ti para pedirte ayuda.
Resulta que ganó al Melate o Lotería y te enseña un boleto y el periódico con los números ganadores. No necesariamente será el máximo premio, pero sí algo jugoso para que despierte en ti la ambición.
Para reforzar, suele llegar una tercera persona, que coteja los números y te dice, sí, sí es el boleto ganador, pero como lleva prisa, inmediatamente se va. Es entonces que la persona humilde te dice que él no conoce la ciudad, ni sabe de trámites y ni siquiera cuenta con identificaciones o documentos.
Te propone que le des lo que traigas en efectivo e incluso hasta puede pedirte que saques algo del cajero a cambio del billete premiado. Generalmente la ambición puede más y le entregas el dinero que tienes. Finalmente, cuando tratas de cobrar el billete, resulta que es uno que apenas se va jugar en el próximo sorteo.
El rollo de billetes
Esta es legendaria. Uno va caminando por la calle y de repente ves que a alguien que va delante de ti se le cae un fajo de billetes enrollado. En eso, alguien más lo levanta y va a hacia a ti y te pide que guardes silencio, que en un momento se lo reparten. La ambición comienza a despertar en ti, ya que claramente viste que se trataba de un fajo gordo de billetes.
La persona a la que se le cayó el dinero, obviamente coludido con el que lo levantó, se acerca a ti a preguntarte si no los viste, te dice incluso que era una fuerte cantidad. Por ejemplo, eran 20 mil pesos en billetes de 500. El tipo que tiene el fajo te hace señas de que no digas nada, hasta que el dueño se retira.
Es entonces que te dice, que no quiere problemas, que le des lo que traigas y él a cambio te da el fajo de billetes. Algunos incautos caen y dan todo lo que traen a cambio de ese rollo de billetes que resulta ser de papel periódico y billetes falsos. Otra modalidad es que te llevan a un lugar apartado para repartirse el dinero y ahí te asaltan. Lo mismo suele variar de billetes a una bolsa con joyas, que al final resulta bisutería.
Huleros
En esta estafa, más que la ambición, lo que utilizan es la intimidación. Generalmente “trabajan” en estacionamientos. Cuando llegas a un centro comercial y te estaciones, puede llegar un tipo a decirte que los hules de tus puertas ya están muy gastados, que te los cambia a 15 o 20 pesos. Te dicen que en lo que vas de compras y vienes ya estará listo. Y sí, cuando regresas ya te cambiaron los dichosos hules. Tu haces tus cuentas, fueron a lo mucho dos hules, van a ser 40 pesos.
Pero no. grave error, porque este hulero te hace otras cuentas y resulta que era 15 o 20 pesos por metro y total, que incluso hasta quiere cobrarte en metro cuadrado y al final resulta que le debes 1000 o 2000 pesos.
En ese momento de la discusión llegan 2 o 3 o más tipos, amigos del hulero y como hasta las puertas de tu auto están abiertas se suben y se sientan. Empiezan a preguntar por tu coche, qué modelo es, como cuánto cuesta, si está asegurado. Es decir una intimidación total. Al final, acabarás pagando lo más que puedan sacarte o te arriesgarás a que se molesten y te hagan otra cosa.
El bebé enfermo
Se recibe una carta desgarradora supuestamente de un niño que busca dinero porque necesita una intervención quirúrgica para salvar su vida. Se exhorta a la víctima a que reenvíe la carta a todos los amigos que pueda, normalmente con una amenaza velada de que le ocurrirá algo terrible si no lo hace.
Fraude a través de carta extranjera
Es una carta (o un correo electrónico) de un gobierno extranjero, de un “oficial” extranjero o de una “viuda”, o de alguien que dice ser integrante de un servicio de los Estados Unidos y que solicita su ayuda para sacar dinero del país. (A menudo estas comunicaciones reciben el nombre de “cartas nigerianas”). Esta es una práctica para obtener dinero o información de una cuenta personal.
Phishing
Se trata de una estafa que está a la orden del día. El timador envía un email con apariencia oficial, supuestamente proveniente de una empresa de probada solvencia, en el que se le solicita al destinatario la verificación de sus datos bancarios. La víctima responde diligentemente y los datos se utilizan para sacar dinero de su cuenta.
Un familiar te llama por teléfono
Recibes una llamada, el timador se hace pasar por un familiar de provincia, no dice nombres, y por lo general la persona que contestó menciona el nombre de algún familiar.
Ya con este nombre, te explican de forma alarmada que vienen de visita a la ciudad, pero las autoridades lo detuvieron por algún motivo y necesita pagar la deuda o sobornarlos para poder llegar con la familia, y te pide que deposites determinada cantidad a una cuenta.
Suena absurdo pero hay mucha gente de la ciudad que cae, porque suelen recibir visitas de sus parientes de provincia.
Esperamos que no hayas sido víctima de ninguna, ¿conoces otra?