Lo que comemos tiene un impacto significativo en nuestra salud física y mental. Una dieta saludable puede ayudarnos a mantener un peso saludable, reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar nuestro estado de ánimo y aumentar nuestra energía. Por otro lado, una dieta poco saludable puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y otros problemas de salud.
Muchos de los alimentos procesados y congelados* que consumimos pueden ser un peligro para nuestra salud. No está mal consumir una pizza o unas alitas de vez en cuando. Sin embargo el ajetreo de la vida nos ha hecho consumir este tipo de productos cada vez más seguido.
*Las frutas y verduras congelada no son dañinas y conservan buena parte de sus nutrientes, así que son una buena opción para tener en casa.
Los alimentos procesados son aquellos que han pasado numerosas etapas para su elaboración y, como resultado, han perdido gran parte o todo su valor nutricional. Sucede con todos los alimentos a base de harinas blancas o refinadas y los alimentos con azúcares y grasas trans. Usualmente son más económicos en materia de producción y depósito, por lo que duran más tiempo para poder ser consumidos.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que tu salud actual y futura, se encuentra directamente relacionada con la calidad y a la cantidad de lo que comes.
Son azúcares que se agregan a los alimentos y bebidas durante el procesamiento o preparación. No se encuentran naturalmente en los alimentos. Los azúcares añadidos se pueden encontrar en una variedad de alimentos, incluyendo refrescos, jugos, dulces, pasteles, galletas y cereales azucarados.
Además son altos en calorías y pueden contribuir al aumento de peso. También pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos consuman no más del 10% de sus calorías diarias en azúcares añadidos. Esto equivale a aproximadamente 25 gramos para las mujeres y 38 gramos para los hombres.
Son bebidas que contienen azúcares añadidos, como refrescos, jugos, bebidas deportivas, bebidas energéticas y bebidas a base de café o té.
Los azúcares añadidos son azúcares que no se encuentran naturalmente en los alimentos, sino que se agregan durante el procesamiento o preparación. Los azúcares añadidos incluyen azúcar de mesa, jarabe de maíz alto en fructosa, jarabe de maíz, miel, jarabe de maple y otros.
Las bebidas edulcoradas son una fuente importante de calorías y azúcares añadidos en la dieta estadounidense. De hecho, las bebidas edulcoradas representan el 7% de las calorías totales consumidas por los adultos estadounidenses.
El consumo excesivo de bebidas edulcoradas se ha asociado con una serie de problemas de salud, incluyendo:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares añadidos a menos del 10% de las calorías totales. Esto equivale a aproximadamente 12 cucharaditas de azúcar para las mujeres y 15 cucharaditas de azúcar para los hombres.
Son compuestos químicos que contienen nitrógeno y oxígeno. Los nitratos son sales de ácido nítrico, mientras que los nitritos son sales de ácido nitroso.
Los nitratos se encuentran naturalmente en el suelo y en el agua. También se pueden encontrar en algunos alimentos, como las verduras de hoja verde, las frutas y los cereales integrales.
Mientras que los nitritos se forman cuando los nitratos se reducen por la acción de bacterias. Estos se pueden encontrar en algunos alimentos procesados, como la carne procesada, el tocino y los embutidos.
Los nitratos y nitritos pueden ser beneficiosos para la salud en algunas circunstancias. Por ejemplo, los nitratos pueden ayudar a la absorción de hierro y los nitritos pueden ayudar a prevenir el crecimiento de bacterias dañinas.
Sin embargo, los nitratos y nitritos también pueden ser perjudiciales para la salud en altas concentraciones. Los nitratos pueden convertirse en nitritos en el cuerpo, y los nitritos pueden formar nitrosaminas, que son compuestos cancerígenos.
Son aditivos alimentarios que se utilizan para una variedad de propósitos, como:
Los fosfatos añadidos se pueden encontrar en una variedad de alimentos, incluyendo:
Por lo general son seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, algunas personas pueden ser más sensibles a los fosfatos, especialmente si tienen enfermedad renal.
El glutamato monosódico o GMS está en todas partes, tiene más presencia de la que te imaginas. Probablemente, si compras una bolsa de snacks y lees sus ingredientes, aparezca esta sustancia. Y es que este aditivo es el responsable de nuestras escapadas a la despensa para picar algo. O de nuestros impulsos de comprar más y más papas fritas.
Es la sal de sodio del ácido glutámico (un ácido no esencial muy común) y se obtiene a partir de procesos de fermentación. Por lo general, se añade a las comidas para aumentar su sabor y en nuestro cuerpo desempeña la función de neurotransmisor.
Encontramos el glutamato monosódico de manera natural en algunos alimentos como queso parmesano, roquefort, emmental o cheddar, jamón, nueces, guisantes, tomates, setas shiitake, champiñones, carne de vaca o pollo, algas…
En forma de aditivo, suele añadirse a diversas comidas procesadas como sopas, caldos, encurtidos, verduras enlatadas, carnes procesadas, productos salados, congelados… además de ser un condimento habitual en la comida china.
Si quieres hacer cambios en tu dieta, es importante hacerlo gradualmente. Trata de hacer un cambio a la vez y dale tiempo a tu cuerpo para adaptarse. Aquí hay algunos consejos para hacer cambios en tu dieta:
Conclusión
La conclusión de todo esto es que excederse con los productos procesados es perjudicial. Por es es importante aprender a leer correctamente las etiquetas de los productos y así elegir la mejor opción para ti y tu familia.
Una dieta saludable puede ayudarnos a mantener un peso saludable, reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar nuestro estado de ánimo y aumentar nuestra energía. Y como dicen los expertos, no es difícil tener una dieta equilibrada y sana y reducir al mínimo el consumo de alimentos dañinos y aditivos; solo necesitas dedicarle un poco de tiempo y reflexión.
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