Un tenis para lavar plumas
Cuando seques un objeto relleno de plumas, como una almohada o un edredón, introdúcelo en la secadora con un tenis (entre menos huela, mejor).
El zapato de suela blanda servirá como una raqueta, y también le dará cuerpo al objeto entre vuelta y vuelta.
Una sábana seca en un santiamén
Haz que una sábana mojada recién salida de la lavadora esté tibia y acogedora en un abrir y cerrar de ojos. Primero, introduce dos toallas grandes en la secadora y caliéntalas 20 minutos.
Ahora agrega la sábana y deja que las toallas absorban la humedad. Saca la sábana cuando aún esté húmeda y cuélgala sobre el respaldo de dos sillas (de preferencia, sillas de jardín bajo el sol) o sobre un tendedero al aire libre.
Evita que las pantimedias se corran
Cuando las medias se corren pueden arruinar el arreglo más elegante, así que toma medidas de prevención al comprarlas. Lávalas, deja que se sequen y remójalas en una solución de 4 litros de agua y 2 tazas de sal.
Sala tus nuevos jeans
No hay nada más cómodo que unos pantalones de mezclilla, pero puede pasar bastante tiempo antes de que se aflojen. Acelera el proceso introduciéndolos en la lavadora con ½ taza de sal. Cuando los estrenes estarán mucho más suaves.
Nueva vida para la ropa blanca
Es triste cuando llega el día en que tu camisa o blusa blanca preferida ya no puede lucirse en público porque tiene manchas amarillentas, un tono apagado y un anillo permanente alrededor del cuello.
Pero no todo está perdido. Reaviva la prenda (y a ti mismo) colocando una pasta de vinagre y de bicarbonato de sodio directamente sobre los puntos afectados, y cuelga la camisa al sol durante un par de horas.
Si el cuello sigue manchado, vierte sobre él un tapón de peróxido de hidrógeno al 3%. Después lava con agua caliente, como siempre, y haz lugar en el armario para tu vieja compañera.