Cultura maker, la educación que tu hijo necesita

Este nuevo modelo educativo  sostiene que todos somos creadores de tecnología en potencia. Busca que la gente común y corriente cree artefactos o mejore los ya existentes.

Hace algunos años, —con el fin de democratizar y potenciar el conocimiento pero, sobre todo, destacar que cada uno de nosotros somos creadores en potencia—, inició el movimiento maker, que tuvo sus bases en la cultura ‘hazlo tú mismo’ (do it yourself), que tenía como principio las creaciones colectivas.

La cultura maker busca que los individuos creen tecnología a partir de sus propios medios. Se trata de que la gente común y corriente cree artefactos o mejore los ya existentes.

Actualmente en diversos países las escuelas cuentan con laboratorios y áreas específicas donde es posible experimentar el conocimiento desde distintas áreas pero, sobre todo, aplicando el conocimiento en el día a día.

“Ahora se trata de aprender haciendo, pues si no se hace de ese modo no habrá una identificación con estos intereses” explica Ana Xóchitl Castañeda, pedagoga que implementó el primer makerspace (espacio maker) escolar de América Latina en una escuela de la Ciudad de México con líneas de trabajo como arquitecturas del aprendizaje, MediaLab y el modelo 1:1 de dispositivos móviles.

Esta consultora de amplia experiencia en el ámbito educativo es partidaria del ‘Design Thinking’ (Pensamiento de Diseño) como una de las tantas estrategias para transformar y potenciar la innovación educativa.

Castañeda encamina sus esfuerzos en la creación de un proyecto interdisciplinario en donde el chico se comprometa con la elaboración de un proyecto real.

“Se trata de que los niños no estén simulando las situaciones en el aula y apliquen sus conocimientos en el día a día, que salgan al mundo real a emplear esos conocimientos. En México es una tendencia poco conocida, pero en Estados Unidos se promociona cada vez más” explicó en su ponencia ‘STEAM como estrategia en México para proyectos interdisciplinares’, la cual fue ofrecida en el marco del Talent Land 2018, el evento de innovación y emprendimiento más grande que se realiza para toda la comunidad de talentos.

No más miedo a la tecnología

Castañeda explica que en México la cultura maker ya se conoce, al igual que su cultura colaborativa y el aprender haciendo a través de nuevas tecnologías, lo que permite que los niños y jóvenes le pierdan el miedo a la tecnología.

“El movimiento maker le permite a la gente abrir la caja negra de cómo funcionan las cosas por dentro para luego usar esa información para crear algo que ellos necesitan. No se trata de esperar a que alguien me dé un instrumento hecho, sino que yo también lo puedo construir. De eso se trata este movimiento, de apropiarnos de la tecnología, de asimilar que la tecnología la hacemos nosotros, y a partir de ese hacer, podemos crear cosas nuevas” puntualiza.

Xóchitl Castañeda recuerda que el movimiento maker nace a mediados de los años 90, cuando infinidad de personas crearon espacios llamados hackerspaces donde decenas de programadores se reunían y se conectaban al mismo tiempo y creaban códigos de forma colaborativa. “Así surgieron espacios para compartir y aprender del otro”.

Posteriormente el Instituto Tecnológico de Massachusetts creó laboratorios de fabricación que permitieron acercar diversas tecnologías a los estudiantes, lo que redundó en avances más rápidos de los proyectos, lo que marcó un hito entre lo que se hacía antes y después de ese modelo.

¿Por qué es tan importante la cultura maker?

Fácil, responde Ana Xóchitl Castañeda, porque cambia el lugar de la persona frente a la tecnología. “Ahora un niño puede aprender programación a través de una plataforma lúdica y gratuita como Scratch, o puede preguntar a una comunidad cómo hacer tal o cual cosa, pues esa capacidad de compartir información es lo que mueve a la cultura maker.

Desde 2013 en México existe el primer hackerspace en Aguascalientes llamado The Inventor’s house, —el único taller de alta especialización avalado oficialmente por el INADEM— y aunque el país está retrasado casi una década con respecto a Estados Unidos, poco a poco se están abriendo más espacios de este estilo.

El límite es la imaginación

Cuando los niños en educación básica acceden a este tipo de tecnologías, pueden hacer prácticamente lo que se les ocurra, pues la imaginación es el límite.

Castañeda, certificada como Google trainer, hizo un llamado a unir fuerzas para crear cada vez más espacios maker pero, sobre todo, a tomar conciencia de que la educación ya no es la de antaño.

Parafraseando a un secretario de Educación de los Estados Unidos, Ana Xóchitl dijo que actualmente estamos preparando a los niños para futuros desconocidos, con tecnología que aún no sabemos cómo será y para enfrentar problemas que tampoco conocemos.

“El futuro ya está aquí, lo estamos construyendo ahora, si no tomamos la responsabilidad nos vamos a perder de muchas oportunidades, pues de por sí México va atrasado, así que debemos ponernos a la vanguardia para generar conocimiento y divulgarlo” finalizó la psicóloga.