¿Eres de las personas que cumplen sus propósitos?
Para la mayoría de las personas, no cumplir sus propósitos significa desaliento y frustración. Lo triste es que el 92% fracasa en el intento de lograrlo.
A pesar de estas cifras, fallar no es inevitable. De hecho, entender las razones de los fracasos previos ayuda a alcanzar el éxito. Estos 10 consejos de expertos te permitirán reconfigurar tu pensamiento y conseguir llegar a lo que te propones.
Muchas personas eligen metas que deben cumplir, en vez de objetivos que quieren concretar. Tal es el caso de Outi Alanne, una florista de 47 años de Espoo, Finlandia. Cada enero se propone terminar su tesis de maestría en literatura, pero aún no lo logra porque, dice, “esa meta nada tiene que ver con mi trabajo y ni siquiera me interesa el tema”.
Josh Nathan, profesor de pensamiento crítico en el Instituto de Artes de Colorado, señala: “No me canso de subrayar la importancia que tiene conocerse a uno mismo, sus hábitos, preferencias y maneras de razonar. Sólo así podemos centrarnos en nuestros deseos genuinos y trazarnos objetivos que se correspondan con nuestra personalidad”.
“Visualiza tu meta como un gran proyecto”, dice Virginia Brabender, profesora de psicología en la Universidad Widener, en Pensilvania. “Si quieres renovar tu casa, planifica el proceso e intenta prever las dificultades, en vez de dejarlo a la suerte”. Por ejemplo, si tu objetivo es bajar de peso, debes tener un plan de alimentación saludable.
“Una vez me propuse comer menos queso”, dice Sanjana, una londinense de 26 años, “pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Hubo un momento en que comía queso al menos cinco veces por semana”. Sin embargo, cuando su novio le propuso matrimonio, encontró la motivación para lograr su meta: “Quería lucir hermosa con mi vestido de novia”.
Durante cuatro meses antes de la boda, dejó de comer lácteos, pero un día después de su casamiento, confiesa, “¡comí el sándwich de queso más grande de mi vida y me sentí de maravilla!”. En vez de tomar esto como un fracaso, se propuso alcanzar su objetivo poco a poco. “Dejar de comer queso me hizo comprender que realmente podía vivir sin consumirlo cinco veces a la semana”, afirma.
Michele Kerulis, psicóloga de la salud de Chicago, comenta: “Es bueno ser realista y no exagerar. Sanjana sabe que puede alcanzar su propósito, así que acepta lo que le gusta porque se siente capaz de controlarlo”.
Es fácil sentirse abrumado cuando uno decide hacer un cambio grande en su vida diaria; por eso conviene dividir un objetivo grande en varias metas pequeñas. Por ejemplo, si quieres pesar 10 kilos menos, te ayudará proponerte bajar un kilo a la vez. “Si no celebramos los pequeños logros”, dice Brabender, “nos privamos del sustento emocional para perseverar”.
Glenda Standeven, una mujer canadiense de 59 años que sobrevivió al cáncer y es escritora y oradora motivacional, confiesa que a lo largo de su vida se fijó objetivos que casi nunca logró cumplir, hasta que se percató de que era mejor trazarse metas pequeñas y realizables.
“Es mucho más fácil cumplir propósitos como hacerse una pedicura cada dos meses o salir a tomar un café con una amiga una vez a la semana”, afirma. “El cumplimiento produce satisfacción en lugar de frustración, y acumular pequeñas satisfacciones facilita mucho la tarea de ser constante para lograr cambios sustanciales en la vida”.
“Uno necesita ponerse límites claros para reforzar la disciplina y evitar las tentaciones hasta donde sea posible”, dice Lisette Cifaldi, experta en salud conductual de Carolina del Norte. “Si has decidido empezar a comer más sanamente y un compañero de trabajo todos los días lleva galletas o donas a la oficina, tienes que pensar cómo vas a lidiar con eso”.
Estar preparados para situaciones que escapan a nuestro control también implica adoptar reglas propias. “Uno puede imponerse la regla de no llevarse nada a la boca en el horario de trabajo excepto el almuerzo”, sugiere Cifaldi. “En esto consiste fijarse límites claros. Así, ante una tentación, uno ni siquiera se cuestiona si debe evitarla o no; abstenerse se convierte en un hábito”.
Es natural perder motivación y querer rendirse al tener un tropiezo, pero es importante entender que las recaídas son comunes cuando uno intenta realizar un cambio significativo en la vida. “Es esencial quitarse de la cabeza la idea de ‘O todo, o nada’”, aconseja Brabender. “Hay que aceptar de antemano que habrá altibajos, que los reveses son parte natural del proceso de cumplir objetivos”.
“Para alcanzar metas personales es importante tener una mentalidad positiva”, señala Kerulis. Por ejemplo, nunca te digas: “No voy a comer pizzas ni comida chatarra”; en lugar de eso, piensa: “Elijo comer alimentos saludables”. Un pequeño cambio como éste hará que te sientas inspirado para seguir adelante.
Los foros de Internet son un excelente medio para compartir éxitos y fracasos con personas afines o que tienen retos similares y, de acuerdo con los expertos, pueden resultar de mucha ayuda para perseverar en el empeño de cumplir propósitos.
“En la Red hay una enorme cantidad de recursos vinculados con cualquier objetivo que uno se haya trazado”, puntualiza Brabender. “Yo recomiendo a todas las personas buscar recursos relacionados con sus metas específicas, e incluso hacer equipo con alguien para superar juntos los desafíos”.
La profesora también aconseja a todos a hacer públicos sus propósitos de Año Nuevo. “Es más probable que uno tome sus metas con mayor seriedad si las da a conocer, en lugar de mantenerlas en secreto”, explica.
Hace algunos años Eva, una mujer de 33 años de Buenos Aires, hizo una lista de 10 propósitos específicos, entre ellos conseguir un empleo que pudiera disfrutar, escribir al menos 10 minutos al día y aprender fotografía. Al final logró cumplir la mayoría de sus objetivos, aunque no todos simultáneamente, sino de manera gradual y al cabo de un tiempo.
“Las personas tienden a exagerar y abarcar mucho”, dice Kerulis. “Es preferible enfocarse en alcanzar dos o tres metas a lo sumo, y luego continuar con las restantes”.
“La gente piensa en sus propósitos como si fueran para toda la vida”, señala Lisette Cifaldi. “Eso es apabullante. Pensar que uno nunca podrá volver a hacer cierta cosa o a comer algo es como si le arrebataran la alegría de vivir”.
En vez de pensar en el largo plazo, recomienda concentrarse en el aquí y el ahora. “Por ejemplo, si has decidido dejar de fumar, no pienses en que jamás podrás acercarte a un cigarrillo. Es mejor que te digas: ‘Hoy no voy a fumar’”.
A final de cuentas, añade la experta, “lo único que tenemos en realidad es el presente, y podemos hacer casi todo por un solo día”.
¿Cumples tus propósitos fácilmente? ¿Cuál es tu secreto? ¿Por qué no has podido?