Dejar descansar las cuerdas vocales ayuda a protegerlas de problemas más serios como sangrados o formación de nódulos, pólipos y quistes. Y si mantienes la voz en reposo, intenta uno o más de estos remedios.
Si tu garganta está adolorida y no puedes emitir sonidos es porque tienes laringitis, inflamación de la laringe (la caja de la voz).Es la parte de la tráquea donde residen las cuerdas vocales.
Por lo regular, éstas se abren y cierran cuando hablas. Cuando se hinchan vibran de manera diferente, lo que causa ronquera. Junto con el sobreuso de la voz, la laringitis puede ser causada por los resfriados y otras infecciones virales, el fumar, las alergias, la exposición a irritantes como el polvo o humos, y otras afecciones como bronquitis y acidez.
Resiste la urgencia de la tos o aclarar la garganta, pues ambas acciones son dañinas y lastiman la cuerdas vocales, Intenta calmar la sensación con algunos sorbos de agua o pasando saliva.
Bebe por lo menos ocho vasos de agua tibia (no caliente) al día. Los líquidos mantienen húmeda la laringe, lo que es indispensable para la curación de la laringitis.
Otros líquidos calientes como consomé de pollo, también pueden ayudar a mitigar el malestar.
Los herbolarios recomiendan para la laringitis beber tés de manrubio y gordolobo. El manrubio es una planta con hojas y vellosidades de la familia de la menta, así que se ha usado por largo tiempo para elaborar dulces para la tos.
El gordolobo contiene mucílago gelatinoso que suaviza los tejidos irritados. Para preparar alguno de esos tés, pon dos cucharaditas de la hierba seca en una taza de agua hirviendo, deja reposar, cuélalo y bebe de una a tres tazas al día. Ambas hierbas las encuentras en las tiendas naturistas.
Un remedio antiguo para la laringitis es beber una mezcla de dos cucharaditas de jugo de cebolla con una cucharadita de miel. Tómalo cada tres horas. Si no tienes el jugo, puedes obtenerlo exprimiendo media cebolla.
Mezcla una cucharada de miel, algo de jugo de limón y una pizca de pimienta, y bebe a tragos. Repítelo tan frecuente como sea necesario.
Inhala vapor de un recipiente de agua caliente durante cinco minutos, de dos a cuatro veces al día. Para atrapar el vapor cubre la cabeza con una toalla formando una pequeña tienda alrededor del tazón y respira profundamente.
El vapor ayudará a restaurar la humedad perdida en la garganta y acelerará la curación. Cerciórate de colocar el tazón sobre una superficie firme y no te acerques demasiado al agua caliente o estarás en riesgo de quemarte.
Para una inhalación más curativa, añade al agua caliente de cuatro a seis gotas de algún aceite antiséptico y desinflamatorio como lavanda, madera de sándalo o manzanilla.
Respira a través de la nariz: Las fosas nasales están humidificadas de manera natural, por otra parte respirar por la boca expone la caja de voz a aire seco y frío.
Usa un humidificador o coloca un recipiente con agua caliente en la recámara. Las cuerdas vocales están alineadas con la mucosa que es necesario mantener húmedas para poder repeler los irritantes.
Cuando viajes en avión mastica chicle. El aire de la cabina es excesivamente seco y tus cuerdas vocales lo padecen. Si mantienes la boca cerrada y aumenta la producción de saliva, ayudas a prevenir la deshidratación.
Otro truco cuando vueles es mantener una prenda húmeda o un pañuelo sobre la nariz y boca, de manera periódica para humedecer el aire que inhalas.
Verifica con tu médico si alguno de los medicamentos que tomas pudiera estar causando ronquera. Ciertos medicamentos, incluyendo los prescritos para la presión sanguínea y para la tiroides, así como los antihistamínicos, pueden resecar la garganta.
Si fumas, abandona el hábito: Es la causa principal de la resequedad de la garganta. Y evita sitios donde se fume como bares, clubes y restaurantes.
Por lo general la laringitis no es grave y tendrás de regreso la voz en unos días, pero si aún te encuentras ronco después de cuatro o cinco días, comunícate con tu médico, La ronquera persistente debe ser evaluada, es especial si fumas.
También acude con el doctor si toses con sangre o tienes jadeos, y acude de inmediato al especialista si la laringitis está acompañada de dolor tan fuerte que tiene problemas para deglutir. La parte superior de la laringe puede estar demasiado hinchada y podría bloquear la respiración.
¿Has padecido laringitis alguna vez?
Tomado del libro 1001 remedios caseros, tratamientos confiables para problemas de salud cotidianos, editado por Selecciones Reader’s Digest.