No dañes tu ropa al lavarla, sigue estos consejos
Estos tips no solo te ayudarán a proteger tu ropa, como durarán más tiempo, ¡podrás ahorrar y no gastar dinero en prendas nuevas!
Seamos francos: cuando se trata de lavar la ropa, lo único que quieres es terminar cuanto antes. De acuerdo con Greg Thompson, director de mercadotecnia en una empresa de electrodomésticos, es indispensable separar la ropa antes de lavarla.
Sí, todos sabemos que hay que dividirla en clara y oscura, pero también podemos hacerlo por tipo de tela y grado de suciedad.
Para extender la vida útil de tu ropa, por lo menos lava tus sábanas y tus toallas por separado.
De acuerdo con la científica Mary Johnson, agregar suavizante a tu ropa podría ayudar a que permanezca más tiempo en buenas condiciones.
“Al igual que el acondicionador protege al cabello después del shampoo, los suavizantes defienden a las fibras de las telas contra el daño que podrían recibir durante el lavado”, dice Johnson.
“Si jamás te saltarías el acondicionado de tu cabello, ¡no lo hagas en tu ropa!”. Además, para evitar la formación de pelusa, voltea tus prendas antes de meterlas en la lavadora.
A pesar de las ventajas del suavizante, no lo añadas a tu ropa deportiva si quieres que conserve todas sus cualidades (sobre todo su capacidad para repeler el sudor).
De hecho, la ropa deportiva debe lavarse con agua fría y en ciclo suave, volteada para evitar la formación de pelusa, y compartir la carga con otras telas sintéticas.
Cuando laves telas delicadas —como seda, bordados, el encaje de tu ropa interior o la lycra de tu traje de baño—, presta atención al ciclo de secado, pues el calor puede dañarlas.
No metas estas telas a la secadora: es mejor colocarlas en una superficie plana y espera.
Si la etiqueta de una prenda indica que es muy delicada para meterse a la lavadora, Johnson recomienda lavarla a mano. Sigue estos pasos. Llena el lavabo con agua a temperatura ambiente y agrega una pequeña cantidad de detergente especial para telas delicadas.
Remoja la prenda por 15 minutos. Después, vuelve a llenar el lavabo con agua limpia, también a temperatura ambiente, y agrega suavizante.
Sumerge la prenda y agita delicadamente de 3 a 5 minutos. Enjuaga la prenda. Para retirar el exceso de agua, coloca la prenda sobre una toalla limpia y enróllala con la ropa adentro.
Repite cuantas veces se necesite hasta que la prenda quede ligeramente humedecida.
Cometer el error de no leer la lista de cuidados puede acabar en tragedia. Johnson insiste en ello: el primer paso para que tu ropa tenga una vida larga consiste en saber cómo cuidarla.
Siempre lee las indicaciones y lava y seca como se indique.
El velcro es uno de los principales enemigos de los tejidos y de las telas delicadas, pues puede atraparlos con facilidad y tirar de las fibras, lo que puede dañar la prenda permanentemente.
Ten cuidado con prendas, accesorios y hasta baberos que lo incluyan: asegúrate de cerrarlos antes de lavarlos, y colócalos en la misma carga con objetos que no se dañarán si entran en contacto con él.
Guardar la ropa es tedioso, pero es peor tener que reemplazar prendas que debieron durar más tiempo.
Revisa las indicaciones en cada prenda para determinar cómo debe guardarse, y toma los segundos adicionales que se requieren para doblar los pantalones por los pliegues o cerrar el botón superior de una blusa (esto ayuda a conservar el cuello de la misma).
Los ganchos también marcan una diferencia: recicla los horribles ganchos de metal que te dan en la tintorería y reemplázalos con versiones aterciopeladas.
Y recuerda siempre doblar tus suéteres, pues colgarlos los estirará.
Tomado de: rd.com 8 Surprising Ways You’re Ruining Your Clothes Without Realizing It