No es extraño. Y aunque sepas bien qué comprar, podrías descubrir que la inocuidad y la higiene de los alimentos ya no son prioritarias en algunos comercios.
Les pedimos a 13 expertos en abarrotes, entre ellos analistas de la industria y empleados de tiendas, que nos revelaran sus secretos y nos dieran armas para ahorrar dinero, evitar caer enfermos y vencer a los supermercados en su propio terreno.
1. Conocemos bien el papel que cumplen los sentidos en la mercadotecnia. Cuando entras al súper, te recibimos con un olor a pan recién horneado o a pollo rostizado porque sabemos que eso activa tus glándulas salivales, y si estás salivando, te controlas menos al comprar.
Paco Underhill, experto en consumo y autor del libro What Women Want: The Science of Female Shopping
2. No es casualidad que los carros de compra sean cada vez más grandes: hicimos el experimento de duplicar su tamaño y los clientes compraron 19 por ciento más.
Martin Lindstrom, consultor de mercadotecnia y autor de Compradicción
Phil Lempert, experto en abarrotes y editor de supermarketguru.com
4. El comprador promedio sólo recuerda el precio de cuatro artículos: leche, pan, huevo y plátanos. Noventa y cinco por ciento de las personas ignoran lo que cuestan los demás, y no saben si les conviene o no comprarlos.
Martin Lindstrom
5. Cuanto más compras, más consumes. Si solías comprar y beber un paquete de seis latas de refresco a la semana y ahora compras un paquete de 12 porque ése es el tamaño de moda, es probable que empieces a beber 12 latas a la semana. Evita que tus hábitos cambien como efecto de comprar paquetes más grandes.
Jeff Weidauer, ex ejecutivo de supermercado y vicepresidente de mercadotecnia de Vestcom, empresa de servicios de venta al menudeo
6. Si quieres ahorrar dinero, ponte audífonos y escucha canciones alegres mientras compras. Muchas tiendas tocan música con un ritmo más lento que el latido cardiaco normal, lo que te hace pasar más tiempo en los pasillos y comprar hasta 29 por ciento más.
Martin Lindstrom
7. Te dejamos pasear a gusto porque es bueno para el negocio. Al pasar por la caja los clientes solían decirme “Sólo vine a comprar huevos”, y salían con una cuenta enorme.
Jason Swett, ex empacador y cajero de un supermercado en Kalamazoo, Michigan
Martin Lindstrom
9. Algunas tiendas usan sensores de calor para rastrear la ubicación de los compradores en la tienda y determinar en qué momentos afluyen más hacia las cajas registradoras, a fin de poner más cajeros con suficiente antelación.
Jeff Weidauer
10. Un 80 por ciento de lo que compran los consumidores lo compran cada semana. Guarda los recibos, que muestran los artículos que compraste y su precio; así sabrás cuándo el súper lanza ofertas y podrás aprovisionarte.
Phil Lempert
11. No hay forma de ganar cuando eres empacador. Si pones el pan en una bolsa aparte, algunas personas se enojan porque lo quieren junto a sus otros víveres. Y otros clientes se molestan si no pones el pan en una bolsa separada.
Jason Swett
12. Los supermercados chicos no pueden competir con los grandes. Entonces, ¿qué hacen? Contratan personas que sienten pasión por la comida: carniceros expertos en cortes, gerentes de perecederos expertos en frutas y verduras, y hasta dietistas que aconsejan a los clientes sobre alimentación saludable.
Jeff Weidauer
13. Por favor, ten a la mano tu dinero o tu tarjeta de crédito al llegar a la caja. Algunas tiendas miden el tiempo de cada transacción. Si tardas demasiado en pagar, nos metes en problemas.
Aimee Brittain, ex cajera de supermercado que bloguea en prettyfrugaldiva.com
14. En mi experiencia, la mayor prioridad en un supermercado es la higiene de los alimentos, en especial de los perecederos. Se les exigía a los empleados que esterilizaran las tablas de cortar cada cuatro horas, y que llenaran un registro de limpieza cada vez que lo hacían. Algunos de ellos trataban de evadir este trabajo para no ensuciarse, así que era mi responsabilidad aparecerme en su sección a lo largo del día y revisar el registro.
Linda King, ex gerente de tienda y de departamento de una cadena de Connecticut
15. Algo que me consternó es que los alimentos preparados en la sección de productos gourmet se desechan al final del día. Las tiendas no los guardan, y ni siquiera se los regalan a sus empleados.
Aimee Brittain
Jeff Weidauer
17. No compres un pastel el día que lo necesitas. Tendremos que darte uno de la vitrina, y lo más probable es que ya lleve allí muchas horas. Si lo encargas con antelación, lo haremos ese día, o la víspera, y estará mucho más fresco.
Lindsay Smith, ex decoradora de pasteles y empleada de panadería en una tienda cercana a Birmingham, Alabama
18. Algunos de los quesos que se exhiben en el mostrador de productos gourmet también están disponibles en la sección de lácteos. La envoltura de éstos no es tan elegante, pero son mucho más baratos.
Phil Lempert
19. Las frutas y verduras se rocían con agua para que se vean frescas, pero eso hace que se pudran más aprisa. El agua también aumenta el peso, así que asegúrate de sacudir bien las verduras de hoja.
Martin Lindstrom
20. Hay muchas cosas que los empleados del súper pueden hacer por ti si se las pides. Por ejemplo, el carnicero ablandará la carne, el panadero rebanará tu hogaza de pan, y el florista te dará consejos para que cuides mejor tus rosas.
Teri Gault, experta en ahorros y directora ejecutiva de thegrocerygame.com
21. Si tenemos en oferta un producto horneado que vas a necesitar el próximo mes, pregunta si puedes dejarlo pagado y recogerlo el día de tu evento. Lo hacemos a menudo. El cliente trae su recibo un mes después y le entregamos su pedido.
Un decorador de pasteles de Ohio
22. Si ves algo en la panadería o en la sección de carnes que esté por caducar al día siguiente, diles a los empleados: “Esto caduca mañana. ¿Van a rebajarlo?” En muchas ocasiones lo rebajan de inmediato. En realidad les estás haciendo un favor, porque de todos modos tendrán que deshacerse de la mercancía vencida.
Teri Gault
23. La tienda donde trabajaba hacía ofertas muy específicas que, en mi opinión, resultaban muy engañosas; por ejemplo, ofrecía un paquete de 125 gramos de jamón serrano con 50 por ciento de descuento y colocaba el letrero justo entre los paquetes de ese peso y los de 250 gramos. Algunos compradores tomaban el paquete equivocado y pagaban el que no tenía descuento.
Jason Swett
Teri Gault
25. No des por sentado que si un artículo está al final de un pasillo es una buena oferta. A menudo no lo es. Esos rincones se alquilan a empresas que tratan de promover un producto.
Paco Underhill
26. Los clientes piensan que cuando compran en paquete les resulta más barato, pero no siempre es así. En la sección de frutas y verduras, los pimientos a granel son casi siempre más económicos que los de paquete, y los aguacates sueltos suelen ser más baratos que los empacados en bolsas de malla.
Teri Gault
27. Que algo esté anunciado en el folleto del súper no por fuerza significa que está en oferta. Muchas mercancías mostradas en el folleto están a precio regular.
Teri Gault
28. ¿Te gusta la pizza caliente de la sección gourmet? Es probable que sea la misma pizza de marca libre que la tienda ofrece en la sección de congelados a casi la mitad del precio por rebanada.
Bradley McHugh, jefe de carnicería y empleado de la sección gourmet de un supermercado en Ohio
29. Cuando compras pan recién hecho, te lo damos en una bolsa de papel. ¿Por qué? Porque en ella se pondrá duro más pronto y tendrás que volver a la tienda a comprar más. Una buena solución: pon el pan en una bolsa de plástico al llegar a casa y cierra ésta bien.
30. He probado todos los productos preempacados de nuestra sección de embutidos, y creo que hay muy poca diferencia entre ellos y los que se rebanan frescos a granel. En muchas ocasiones se trata del mismo producto, pero te hacen pagar más sólo por ver cómo alguien lo rebana, lo pesa y lo envuelve delante de ti.
Bradley MChugh
Phil Lempert
32. Casi siempre te saldrá más barato comprar un trozo grande de carne y pedir que lo corten. Podemos cortar una aguja de ternera en cubos para estofado; un lomo entero sin hueso en filetes New York, o un bistec de falda en tiras para asar. Hay gente que compra una pieza grande y nos pide que le quitemos el hueso para hacer sopa, que molamos la mitad para hacer hamburguesas y que cortemos el resto para un asado. Así se ahorran hasta un 30 por ciento.
Bradley McHugh
33. Si te preocupa de qué está hecha la carne molida, compra un trozo de sirloin cuando esté en oferta y pídele al carnicero que lo muela. Preparado en hamburguesa es delicioso.
Kari Underly, ex empleada de carnicería de un supermercado y autora de The Art of Beef Cutting: A Meat Professional’s Guide to Butchering and Merchandising
34. Uno de nuestros secretos mejor guardados es que puedes conseguir el filete miñón mucho más barato si compras filetes T-bone enteros. Cada T-bone tiene un pequeño filete miñón pegado al hueso, y el filete New York lo lleva en el lado opuesto. Si compras el filete miñón por separado, tendrás que pagar más.
Bradley McHugh
35. Durante mi entrenamiento como inspector sanitario, los instructores nos hablaban mucho de cómo revisar restaurantes, pero casi nada de los supermercados; nos pasearon por uno de ellos un día y eso fue todo, a pesar de que los súper tienen mucho equipo de procesamiento difícil de limpiar.
Debo admitir que, en mis inspecciones, revisaba algunas de las máquinas y decía: “Sí, se ve bien”, pero en realidad no sabía lo que estaba buscando.
Un inspector sanitario de supermercados
36. Todo el mundo manosea las frutas y las verduras. He visto clientes que tiran algo, lo recogen y lo devuelven al estante. Y niños que mordisquean una pera y la ponen en su sitio otra vez. Tras haber trabajado en un súper, tardé mucho en poder comer verduras y frutas frescas otra vez.
Aimee Brittain
Inspector sanitario de supermercados
38. Reciclamos en nuestras comidas preparadas las frutas y verduras que no llegan a venderse a tiempo.
Bradley McHugh
39. Los carritos no se limpian nunca. He visto algunos con suciedad de bebé o escurriendo sangre de pollo. Por eso los limpio con mis propias toallas desinfectantes.
Aimee Brittain
Con esta serie de consejos, ya tienes los elementos suficientes para adquirir las cosas que realmente son necesarias en casa. Aplícalos.
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