Gajes del oficio: Demasiado humana
En la empresa donde trabajo estábamos haciendo unos folletos para una iglesia. Nos habían pedido diseñar un logotipo en el que la mano...
Demasiado humana
En la empresa donde trabajo estábamos haciendo unos folletos para una iglesia. Nos habían pedido diseñar un logotipo en el que la mano de Dios estuviera protegiendo la Tierra. Poco después de enviarle una prueba, el cliente telefoneó para decirnos:
—La mano luce muy humana, Por favor, usen una que se parezca más a la mano de Dios.
Fuente: clientsfromhell.net
Soy maestra de primaria, y mis alumnos me llaman afectuosamente Conchita. En una ocasión estaba yo dando clases a mi grupo de primer grado y les dicté algunas oraciones, entre ellas “Wilfrido es mi amigo”. Cuando los niños terminaron de escribirlas, los llamé para revisar sus cuadernos, y me percaté de que uno de ellos había escrito: “Wilfrido es amigo de Conchita”.
Riendo, me volví hacia al pequeño y le dije:
—Sí, Wilfrido es mi amigo, ¡pero también es tuyo!
María Concepción Torres, México
Tras una pésima racha de un cliente en la mesa de blackjack del casino donde trabajo, el hombre que estaba sentado a su lado se puso de pie y, enfurecido, exclamó:
—¡¿Pero cómo pudiste perder 200 dólares en una mesa de apuestas de dos dólares?!
Antes de que pudiera decir algo para tranquilizarlo, otro cliente de la mesa respondió:
—Con un poco de paciencia.
Robert Gentry, Canadá
Las largas jornadas laborales suscitan pensamientos que pueden ser desde vergonzosos hasta reflexivos. He aquí algunos ejemplos que vimos en Twitter:
¿Ayer era día 17? (Pausa) ¿Qué día es hoy, 19?
@pig_pen
Simple curiosidad… ¿estos caramelos son de Halloween? Ya estamos en enero, pero no importa, igual me los como.
Emily T. (@pentapod)
Sólo necesito un balde grande de café para rellenar en él mi taza de vez en cuando.
@amnerys
Me gusta la salud, pero me molesta hacer ejercicio.
johnhenry_net
Si trabajaras en una compañía aseguradora de autos, ¿pagarías estos reclamos, 100 por ciento verídicos?
“Por tratar de matar una mosca, choqué contra un poste telefónico”.
“No sabía que el límite de velocidad seguía vigente después de la medianoche”.
“El vehículo que iba delante de mí atropelló a un peatón, pero de pronto esa persona se puso de pie, así que yo la atropellé otra vez”.
Trabajaba como maestro en una universidad veterinaria, y un día hice un pedido de libros para la biblioteca. Uno de los títulos era Rebelión en la granja, de George Orwell. Al poco tiempo fui a pedir en préstamo ese libro y no pude hallarlo. Resulta que la bibliotecaria lo había colocado en la sección de ¡ganado vacuno y aves de corral!
Jacob Cheeran, India
Una de las preguntas que incluye la solicitud de empleo de la fábrica donde trabajo es a quién debemos notificar en caso de sufrir un accidente grave. Al llenar su solicitud, un aspirante escribió esta respuesta: “A la primera persona que vean pasar”.
Jack worthington, Estados Unidos