Depredador vuelve a la pantalla grande
Solo aquellos que han podido matar a un depredador son considerados seres especiales para ellos y la Tierra y los humanos son su lugar y caza favorita.
Solo aquellos que han podido matar a un depredador son considerados seres especiales para ellos y la Tierra y los humanos son su lugar y caza favorita.
Llegan en épocas del año de calor inusual, tienen armaduras que les permite camuflarse al 100% en su entorno, no matan a quien no es una presa digna de cacería y les gusta desollar a sus víctimas.
Los depredadores son criaturas alienígenas que han protagonizado una serie de muy buenas películas desde 1987, en donde el Mayor Alan Dutch, interpretado por Arnold Schwarzenegger, se enfrenta por primera vez cuerpo a cuerpo con uno en una selva de América central. Posteriormente fue Michael Harrigan, interpretado por Dani Glover, quien en 1990 logró matar por primera vez a uno de los Yautja
En esta entrega de Depredador, vamos a conocer un poco más de estas criaturas.
La caza es su deporte favorito, por eso los llamamos así, por que más que conquistar o colonizar, estos seres disfrutan de matar a enemigos que valgan la pena, los humanos somos la presa perfecta y la Tierra es uno de sus lugares favoritos.
Primero que nada, vale la pena entender que la esencia de estas películas recae en la manera tan primitiva de tomar los principios básicos de la naturaleza humana y animal, los depredadores son 100% instinto y más allá de matar a muchos (muchos) humanos de maneras muy sangrientas, no existe una maldad real en esto, simplemente es su naturaleza.
En pleno 2018, nos encontramos de nuevo en un problema similar al de 1987, un comando en medio de la jungla trata de salvar rehenes de un cartel, pero esta vez son sorprendidos por la repentina llegada de una nave alienígena, un depredador nuevo ha llegado al planeta y el gobierno necesita esta oportunidad para por fin investigar a estas extrañas criaturas.
Pero el francotirador de la armada Quinn McKenna sabe que este suceso es demasiado importante y envía a casa, a dónde viven su esposa e hijo, su seguro de vida, sin pensar que se convertiría en una sentencia para ellos.
Por primera vez entendemos un poco más de lo que ocurre en la mente y vida de un depredador, que son una raza que busca constantemente la evolución propia, y logramos entender que la cacería, además de un deporte, sirve para encontrar enemigos dignos de replicar, y posteriormente tomar partes de la naturaleza de estos para sumarlos a la propia, y escalar cada vez más en la cadena alimenticia.
Lo más interesante es que esta vez, el trofeo más que un cuerpo indestructible, es algo mucho más intangible, una mente poderosa capaz de enseñarse a sí misma como salir adelante.
Lo que probablemente, y en lo personal, me parece lo mejor de esta película es su director Shan Black, quien le dio vida al personaje de Rick Hawkins en la primera entrega, y 31 años después dejó de temerle al depredador en el calor de la selva y comenzó a dirigirlo desde atrás de la cámara.No cabe duda que el cariño que siente por esta bestia se ve reflejada en el dejo de humanidad que por primera vez se puede notar en este alienígena.
Con las actuaciones de Olivia Munn, Boyd Holbrook, Sterling K. Brown, Alfie Alley por supuesto el niño que nos ha hecho llorar en producciones maravillosas como Wonder o Room, Jacob Tremblay.
Si son fanáticos de estas películas, Depredador no los va a decepcionar, pero si no lo son y nunca han visto nada de esta historia, pueden verla sin temor a no entender, ya que la película en si misma explica de nuevo un poco de la historia de estos seres.