Descubre el poder de la mentalidad ágil
Una mentalidad ágil sirve para abrazar el cambio, transformar las dificultades en oportunidades y para forjar una vida más plena y satisfactoria.
Es una forma de pensar y actuar que se centra en la flexibilidad, la colaboración y el aprendizaje continuo. El descubrimiento de la mente ágil permite el desarrollo de competencias necesarias para alcanzar tu máximo potencial. ¡Vuélvete imparable haciéndote consciente de que el movimiento es constante y que los cambios son parte de la vida!
El concepto de mentalidad ágil o agile mindset está ganando cada vez más relevancia, especialmente en el mundo corporativo debido a su notable utilidad en la administración de empresas y proyectos.
Daya Rebolledo, coach motivacional internacional, explica que actualmente la sociedad vive una especie de restauración postpandemia en todos los ámbitos de la vida: personal, laboral, económico, emocional y hasta de valores personales para establecer una nueva normalidad.
Rebolledo cree que momentos como estos son los que nos dan la oportunidad de transformar nuestra realidad. Y habla con pruebas, pues gracias a este cambio de conciencia pasó de desempleada a emprendedora poderosa y ágil.
Esta coach, autora del libro Frágil a ágil, transforma todos aquellos sentimientos de incertidumbre, preocupación e inseguridad en habilidades que pueden ayudarte a superar cualquier reto y alcanzar tu máximo potencial.
En el entorno laboral, por ejemplo, una persona ágil puede ser capaz de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, tomar decisiones acertadas en tiempo real y mantenerse al día con las demandas del trabajo.
En la vida cotidiana, la agilidad puede ayudar a lidiar con situaciones imprevistas, resolver problemas de manera eficiente y aprovechar oportunidades.
Los seres humanos pasamos de la Revolución Agrícola, donde plantábamos vegetales y pastoreábamos animales a la Revolución Industrial, donde nacieron fábricas y máquinas.
Hoy en día estamos en la Revolución de la Información. Se da un valor a la propiedad del conocimiento y la capacidad de usarlo para mejorar los productos y los servicios.
El trabajo del conocimiento es menos estructurado, más incierto y menos definible. Por eso es importante tener una mentalidad flexible para enfrentar la incertidumbre.
Si no tienes claro lo que deseas en tu vida, estarás trabajando para alcanzar los objetivos de otras personas. Tener una mentalidad ágil te permite vivir bajo tus propios términos, alineados a tus valores.
Cuando la tarea parece demasiado grande o el punto final demasiado lejano, puedes perder la esperanza al ver la meta como inalcanzable. Por eso, el establecimiento de metas ágiles te permite soñar en grande, descubrir exactamente lo que debes hacer para lograr ese sueño y cómo dividir esas tareas en un proceso o un grupo de hábitos para alcanzarlo.
Para creer en tus propias habilidades, debes crear resultados que aumenten dicha seguridad. Es una profecía autocumplida. Con una mentalidad ágil te enfocas en ir creando pequeños resultados que aumentan tu confianza y tus resultados.
Jim Rohn dijo: Tu vida no mejora por casualidad, mejora por el cambio”.
La negativa a abrazar el cambio es negarte la oportunidad de aprender y crecer. Los cambios traerán nuevas opciones para tu felicidad y realización. Pueden ayudarte a desbloquear oportunidades que no sabías que estaban disponibles para ti.
Si hay un factor constante en la vida, ese es el cambio. No puedes escapar de él, por lo que aprender a aceptarlo se convertirá en clave para que prosperes.
Los cambios frecuentes te ayudan a aprender las habilidades que necesitas para adaptarte rápidamente a nuevas situaciones, nuevos entornos y nuevas personas. Como resultado, saldrás fortalecido del otro lado y la próxima vez que te enfrentes a un cambio, sabrás que tienes las herramientas internas para manejarlo.
La vida te seguirá trayendo situaciones retadoras y necesitas aprender cómo desarrollar esas habilidades y crecer para poder experimentar el mundo con más confianza y resiliencia.
Se refiere al proceso de desarrollar habilidades y estrategias para manejar de manera más efectiva las emociones y reacciones emocionales en diversas situaciones.
Las emociones ignoradas se vuelven más fuertes. Cuanto más las evitas más te controlan. La regulación emocional implica la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones de una manera más saludable y constructiva.
Al ser más ágil mental y emocionalmente no solo mejorarás tu relación contigo misma, sino también con las personas que te rodean.
Te ayudará a identificar y comprender con mayor precisión los sentimientos y las motivaciones de los demás. Cuando entendemos a los que nos rodean, podemos empatizar con ellos, comunicarnos de manera más clara y efectiva y fortalecer nuestras relaciones.