Hasta ahora, se pensaba que el cannabis era la única planta que producía THC, pero hallaron un componente similar al de la marihuana en una especie de musgo. Esta sustancia sería muy benéfica desde el punto de vista médico.
Un tipo de musgo podría ser más efectivo desde el punto de vista médico que el cannabis. En colaboración con colegas de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, investigadores de la Universidad de Berna, Suiza, descubrieron en la planta Radula perrottetii una sustancia semejante al THC contenida en el cannabis.
La sustancia psicoactiva también ejerce efectos analgésicos y antiinflamatorios que podrían ser superiores a los del THC. Actualmente, el uso medicinal de los cannabinoides, extraídos del cannabis, es un tema de debate en todo el mundo. En Suiza, cada vez más personas abogan por una mayor investigación sobre el cannabis.
Actualmente el tetrahidrocannabinol (THC) se usa en el campo médico para tratar ciertos tipos de dolor, calambres musculares, mareos y pérdida de apetito. Sin embargo, es un narcótico ilegal.
El THC en su forma pura se aisló por primera vez del cannabis en 1964 por Raphael Mechoulam en el Instituto de Ciencia Weizmann en Israel. Hasta ahora, se pensaba que el cannabis era la única planta que produce THC. Sin embargo, ya en 1994, el fitoquímico japonés Yoshinori Asakawa había descubierto una sustancia en la planta de la hepática Radula perrottetii que estaba relacionada con el THC y había denominado a esta sustancia natural ‘perrottetineno’.
En este producto natural los átomos individuales están unidos entre sí de una manera similar a la del THC, sin embargo, difieren en su estructura tridimensional y además exhiben un grupo bencilo adicional.
Hace unos años, Jürg Gertsch, del Instituto de Bioquímica y Medicina Molecular de la Universidad de Berna, descubrió que las hepáticas se estaban anunciando en internet como una forma de ‘volar legalmente’.
Hasta ahora no se sabía nada sobre los efectos farmacológicos de esta sustancia. Los químicos del equipo de investigadores compararon bioquímica y farmacológicamente el THC y el ‘perrottetineno’. Con el uso de modelos animales pudieron demostrar que el ‘perrottetineno’ llega al cerebro con más facilidad y que, una vez allí, activa específicamente los receptores de cannabinoides. Incluso tiene un efecto antiinflamatorio más fuerte en el cerebro que el THC, algo que hace que el ‘perrottetinene’ sea particularmente interesante cuando se considera su potencial aplicación médica.
“Es sorprendente que solo dos especies de plantas, separadas por 300 millones de años de evolución, produzcan reacciones psicoactivas” dijo Gertsch del Instituto de Bioquímica y Medicina Molecular de la Universidad de Berna.
Pero el ‘perrottetineno’ es menos psicoactivo que el THC. Las dosis bajas de THC tienen un gran potencial terapéutico para tratar varias enfermedades crónicas. Sin embargo, hasta la fecha, el THC rara vez se utiliza terapéuticamente. Esto se debe a que, en dosis más altas, la sustancia tiene un fuerte efecto psicoactivo y es un narcótico ilegal y, por lo tanto, controlado.
Andrea Chicca, miembro del personal científico del grupo de Jürg Gertsch, ve un potencial para el desarrollo terapéutico del ‘perrottetineno’ o sustancias similares.
“Esta sustancia natural tiene un efecto psicoactivo más débil y, al mismo tiempo, es capaz de inhibir los procesos inflamatorios en el cerebro” precisó Andrea Chicca.
A diferencia del THC, el ‘perrottetineno’ inhibe las prostaglandinas en el cerebro, que son factores que causan inflamación; al hacer esto, el perrottetineno tiene un efecto sobre los receptores de cannabinoides similar al de los endocannabinoides producidos por nuestros propios cuerpos.
Sin embargo, según los investigadores, se necesitan estudios en modelos preclínicos de dolor crónico e inflamatorio.
Se requirieron grandes cantidades de esta sustancia bioactiva para las investigaciones farmacológicas, así que la colaboración con los químicos en el grupo de Erick Carreira del ETH Zurich fue fundamental para este proyecto de investigación, ya que hubiera sido imposible aislar la sustancia natural del hepático, que solo crece en Japón, Nueva Zelanda y Costa Rica
Con este fin, el grupo de Erick Carreira desarrolló un nuevo método de síntesis específicamente para controlar la estructura tridimensional a nivel molecular.
“El presente estudio es un excelente ejemplo de cómo los nuevos conceptos sintéticos pueden contribuir a enriquecer nuestro conocimiento farmacológico de sustancias naturales biológicamente activas”, dijo Michael Schafroth en reconocimiento al trabajo de ETH Zurich.
“Tanto la investigación fundamental sólida en el campo de los mecanismos bioquímicos y farmacológicos como los estudios clínicos controlados son necesarios para llevar a cabo la investigación de cannabinoides”, dijo Gertsch. Para lograr esto, los investigadores de diversas disciplinas están trabajando juntos.
El estudio fue publicado en la revista Science Advances.
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