Descubren nueva especie hominina que reescribe la evolución
Durante mucho tiempo, se creyó que la evolución humana fue una línea recta, un ascenso gradual desde ancestros simiescos hasta el Homo sapiens moderno. Sin embargo, un nuevo e importante hallazgo en el desierto...
Durante mucho tiempo, se creyó que la evolución humana fue una línea recta, un ascenso gradual desde ancestros simiescos hasta el Homo sapiens moderno. Sin embargo, un nuevo e importante hallazgo en el desierto de Etiopía ha vuelto a confirmar que la realidad es mucho más compleja y fascinante.
Un equipo internacional de paleontólogos ha descubierto los fósiles de una nueva especie hominina del género Australopithecus que convivió con los primeros representantes del género Homo hace más de 2.6 millones de años. Este revelador hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Nature, obliga a replantear un capítulo completo de nuestros orígenes más remotos.
El yacimiento de Ledi-Geraru, en la región etíope de Afar, es el escenario de este descubrimiento crucial. Ya en 2013, el mismo equipo de investigadores había desenterrado una mandíbula identificada como el ejemplar más antiguo del género Homo conocido hasta la fecha.
Ahora, los nuevos hallazgos, consistentes en 13 dientes fósiles, revelan una imagen aún más impactante: nuestro linaje no estaba solo. Diez de los dientes pertenecen a una nueva especie hominina aún sin nombre, mientras que otros tres se atribuyen a los primeros Homo. Esto demuestra de forma irrefutable la coexistencia de homininos de diferentes géneros en el mismo lugar y al mismo tiempo.
El fin de la evolución lineal
Este descubrimiento es un duro golpe para la idea del “eslabón perdido” y la evolución como una escalera. En lugar de una línea ascendente, el árbol genealógico humano es más bien un arbusto denso y ramificado. Durante millones de años, varias especies y linajes crecieron en paralelo, compitiendo o adaptándose a un entorno cambiante, hasta que, por diversas razones, solo una de esas ramas, la nuestra, logró sobrevivir. El hallazgo de este nuevo Australopithecus es una prueba contundente de esta visión no lineal.
Equipo de paleontólogos explora la cuenca de Lee Adoyta, en Ledi-Geraru, donde han aparecido fósiles de los géneros Homo y Australopithecus. Foto: ASU
Datando el pasado con precisión volcánica
Para estar seguros de la antigüedad de estos fósiles Ledi-Geraru, los científicos recurrieron a la violenta historia geológica de la región. La zona es parte del Gran Valle del Rift, donde la actividad volcánica era constante hace millones de años. Las capas de ceniza volcánica, conocidas como “tobas”, actúan como un reloj geológico. Los geólogos pueden analizar los isótopos de argón-40 y argón-39 en los cristales de estas tobas con una técnica llamada datación argón-argón para determinar su edad con una precisión asombrosa. Al encontrar los fósiles entre dos de estas capas, se puede fechar con exactitud su periodo de existencia.
La polémica y el futuro de la paleoantropología
Como es común en la paleoantropología, el hallazgo ha generado debate. Algunos expertos señalan que las diferencias dentales podrían ser una variación natural dentro de especies ya conocidas o una fase evolutiva intermedia. La decisión de no bautizar aún a la nueva especie hominina es prudente, ya que se necesitarán más fósiles (como un cráneo o esqueleto) para confirmar su estatus.
Ahora, el enfoque de la investigación se centra en responder a nuevas preguntas: ¿Qué comían estas especies? ¿Competían o compartían los recursos? Para averiguarlo, los científicos analizan el esmalte de los dientes, lo que podría revelar si tenían dietas diferentes y, por lo tanto, evitaban la competencia directa.
Conclusión
El descubrimiento de esta nueva especie hominina es más que un simple hallazgo; es un recordatorio de la complejidad y diversidad de nuestros orígenes. Confirma que la evolución humana no fue un camino predeterminado, sino una serie de “experimentos” evolutivos donde nuestro linaje fue solo uno entre muchos. Cada nueva pista nos acerca un paso más a comprender el inmenso y fascinante rompecabezas de quiénes somos y de dónde venimos.
Comunicóloga por la UNAM. Redactora de temas de bienestar general. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly. Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.