Desecha correctamente el aceite de cocina

Cada litro de aceite usado tirado al drenaje contamina casi mil litros de agua. No incurras en ese grave error.

Desechar los aceites de cocina usados, incluso en cantidades pequeñas, por fregaderos, inodoros u otros elementos de la red de drenaje público, es una práctica muy nociva que debe evitarse, pues implica riesgo de atascos de tuberías, dificultades e incremento de costes en los procesos de depuración de aguas residuales, así como la formación de una película superficial en aguas de ríos, lagos, etc., que afecta al intercambio de oxígeno y perjudica a los seres vivos de los ecosistemas. Se estima que un litro de aceite puede contaminar mil litros de agua.

Aunque lo ideal sería que el aceite usado se entregara a los sistemas de recolección habilitados, no toda la población tiene acceso a ellos.

Cómo desechar

Espera a que se enfríe
Coloca el aceite a tirar en una botella de plástico.
No lo mezcles con agua u otros líquidos y no mezclarlo con aceite de motor
Guarda la botella para recolectar el aceite consumido; cuando esté llena, deséchala en la basura normal en el contenedor de desechos ‘no reciclables’ o llévala a algún lugar de reciclado.

Con este esfuerzo, estás cuidando el planeta.

¿Qué beneficios tiene el reciclaje de aceite?

El aceite vegetal usado se usa para generar BioDiesel, un combustible sustentable que se produce a partir de residuos.

La producción de BioDiesel genera un ahorro de energía fósil del 21 por ciento en relación al uso de aceites crudos y un ahorro del 96 por ciento de energía fósil respecto a la producción de diésel.

Recientemente se han llevado a cabo ensayos de utilización en aviación internacional de biocarburantes que contienen aceites vegetales usados.

A su vez, disminuye la contaminación provocada en los flujos de agua por el vertido en el drenaje, en donde se llega a contaminar casi mil litros de agua por cada litro de aceite usado que se tira.

Fuente: Ministerio para la Transición Ecológica Español y planetica.org

Eliesheva Ramos

Como periodista tengo la misión, parafraseando al intelectual español Julio Anguita, de perturbar, de agitar el cerebro, de mover las conciencias. Para lograr esos objetivos me aferro al abecedario como otros se aferran al escapulario. Me especializo en notas de salud, bienestar, estilo de vida, gastronomía y viajes.