Es una práctica simple, segura y efectiva que nos permite combatir los parásitos intestinales y prevenir una variedad de enfermedades.
Los parásitos intestinales son huéspedes no deseados que pueden habitar en nuestro organismo, causando una variedad de problemas de salud. Si bien algunos no generan síntomas graves, otros pueden provocar enfermedades debilitantes e incluso poner en riesgo la vida.
Por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hace un llamado a la población para desparasitarse cada seis meses. Esta medida preventiva ayuda a evitar infecciones y enfermedades como la pérdida de peso, náuseas, vómito, diarrea, desnutrición y anemia.
Los parásitos intestinales son más comunes en niños y adolescentes, y pueden transmitirse de diversas maneras, como por el contacto con animales infectados, el consumo de alimentos o agua contaminados, o por una higiene personal deficiente.
La desparasitación periódica ayuda a prevenir la aparición de enfermedades causadas por parásitos intestinales, como la diarrea, la disentería, la anemia, la desnutrición e incluso problemas de desarrollo en niños. Entre los parásitos más comunes encontramos helmintos (gusanos) como lombrices intestinales, anquilostomas y tricocéfalos, y protozoarios como la giardia lamblia y el entamoeba histolytica.
La desparasitación oportuna ayuda a prevenir complicaciones graves derivadas de las infecciones parasitarias, como la obstrucción intestinal, la perforación intestinal y la deshidratación severa.
Al eliminar los parásitos intestinales, el cuerpo puede absorber mejor los nutrientes de los alimentos, lo que contribuye a un mejor estado nutricional, especialmente en niños en crecimiento.
Además de la desparasitación periódica, el IMSS recomienda seguir estas medidas preventivas:
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