Los cálculos pueden pasar en pocas horas, pero algunas veces les lleva días. Afortunadamente existen medidas para acelerar un poco el proceso.
Se dice que el dolor al expulsar una piedra del riñón es comparable con el de parto. Sea cierto o no, desearás estar en casa y tomando analgésicos. También puedes poner una bolsa de agua caliente sobre el área de dolor para proporcionar algo de alivio. Después de eso, es un juego de espera.
El dolor en tu espalda y al costado es tan agudo que sientes como si fueras a vomitar. La causa es una pepita de cristales que se separan de la orina y se acumulan en las superficies interiores del riñón.
Ahora esa pequeña piedra quiere salir vía la uretra, el tubo del grueso de un espagueti que vacía la vejiga. La mayoría de las piedras en el riñón se forman de compuestos de calcio.
Se cree que la herencia, la deshidratación crónica, repetidas infecciones en el tracto urinario y una vida sedentaria contribuyen a la formación de cálculos renales.
Para drenar la piedra hacia la vejiga, bebe por lo menos tres litros de agua al día. Si estás ingiriendo la suficiente agua para hacer el trabajo, tu orina deberá ser clara, incolora.
Durante un ataque bebe la mayor cantidad posible de té de diente de león. Es un fuerte diurético que estimula la circulación de la sangre a través de los riñones, lo que aumenta la eliminación de orina y ayuda a arrojar los cálculos renales o piedras.
Para hacer el té, pon 2 cucharadas de esa hierba seca en una taza de agua hirviendo. Deja reposar la infusión durante 15 minutos y luego bébela.
Procura beber dos o tres tazas de té de buchú al día. Igual que el diente de león, esta hierba tiene propiedades diuréticas que pueden ayudar a arrojar y prevenir las piedras en el riñón.
Pon una bolsita de buchú en una taza de agua hirviendo y bébela tres veces al día antes de las comidas.
Es común que cuando tienes una piedra en el riñón, el mínimo movimiento sea muy doloroso, pero si soportas caminar, hazlo. Caminar puede sacudir la piedra para desprenderla. A pesar de la molestia podrás arrojar la piedra más rápido si te mantienes activo.
Infinidad de expertos creen que lo más importante que puedes hacer para prevenir cálculos renales, es lo mismo que debes hacer para arrojarlos más rápido, o sea, beber suficientes líquidos.
Quien es propenso a tener piedras en el riñón debería beber por lo menos de 8 a 10 vasos de agua al día. Entre más bebas, más diluirás las sustancias que forman las piedras.
Ajústate a una dieta baja en sal para reducir el riesgo de formar nuevas piedras. Un buen comienzo es limitar el consumo de alimentos grasos, sopas enlatadas y otros alimentos procesados. Lee las etiquetas con cuidado. La meta es menos de seis gramos de sal (2400 mg. de sodio) al día.
Bebe dos vasos de 250 mililitros de jugo arándano todos los días. Las investigaciones sugieren que puede ayudar a reducir la cantidad de calcio en la orina. En un estudio con personas con piedras de calcio, el jugo de arándano redujo la cantidad de calcio a la mitad.
Si no te gusta el jugo de arándano, bebe el jugo de naranja o de limón real, 200 mililitros en cada alimento. El ácido cítrico que contienen ambos elevará el nivel de citrato en la orina, lo que ayudará a evitar que se formen nuevas piedras.
El magnesio ha probado que previene todo tipo de piedras de riñón. Come más alimentos ricos en este mineral como los vegetales de hojas de color verde oscuro, el germen de trigo y los mariscos. También puedes tomar 300 mg. al día en forma de suplementos.
Elimina el café. La cafeína incrementa el calcio en la orina, lo que aumenta el riesgo de la formación de piedras.
Aunque suene muy desagradable, los médicos expertos recomiendan que durante un ataque agudo orines a través de una pieza de gasa, estopilla o un colador de malla fina. La razón para esto es recoger la piedra, si es que pasa una, y llevarla al doctor.
Entonces él puede mandar a analizar la composición de la piedra y basado en ese estudio podrá dar un consejo dietético específico sobre los cambios que te ayudarán a prevenir la recurrencia y aliviarte de los cálculos renales.
La mayoría de las piedras pasan sin la ayuda del médico, pero la primera vez que tengas una es inevitable que llames al doctor.
Con un dolor como ése, definitivamente desearás reportar sus síntomas, que incluyen náuseas y vómito, orina con sangre y nebulosa, necesidad de orinar pero no poder, una sensación de ardor al orinar o fiebre y escalofríos (lo que puede indicar infección).
Aunque hayas tenido piedras en el riñón con anterioridad, llama al doctor si el dolor es insoportable. Si tu caso es severo puede necesitar la prescripción de analgésicos y un tratamiento en el hospital.
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