Estas pruebas contribuyen a revertir el número de eventos cardiovasculares, que hoy representan la primera causa de muerte de los mexicanos. Estas acciones son parte de la medicina personalizada y la tecnología genética para la implementación de tratamientos definidos con base en cada paciente.
Ya está disponible en México la primera prueba genética que a través de una toma de saliva puede determinar el riesgo que una persona tiene a sufrir un infarto, angina de pecho, ictus y otras enfermedades cardiovasculares en los próximos 10 años, a fin de prevenir y contar con información para disminuir dicho riesgo.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en México con 141 mil decesos anuales, según cifras de 2017 del INEGI. Dos de cada 10 mexicanos mueren a causa de ellas, principalmente por eventos relacionados a la aterosclerosis, una acumulación de grasa y colesterol en las arterias que estrecha el paso de la sangre.
Este test conocido como Cardio inCode establece el riesgo genético de padecer un evento cardiovascular tras el análisis de 12 variantes genéticas y la información del paciente sobre su estilo de vida y sus factores de riesgo.
Cabe señalar que la prueba busca proporcionar información precisa al médico y paciente a fin de que puedan acordar medidas preventivas y acordar objetivos para la mejoría de su salud cardiovascular.
“Gracias a la medicina personalizada hoy es posible predecir enfermedades muchos antes de que se presenten, a fin de que los médicos y pacientes puedan tomar acción de las mismas.
Lo anterior, nos permite vislumbrar el inicio de una nueva era en la prevención y tratamiento de padecimientos que tienen como centro al paciente”, comentó Juana Ramírez, CEO y fundadora de Grupo SOHIN, empresa mexicana de servicios integrales de salud enfocada en medicina personalizada.
Ramírez recordó que actualmente 40 por ciento del gasto en salud en México se destina a la atención de las enfermedades cardiovasculares, así que es imperativo migrar hacia modelos de atención en salud que pongan en el centro al paciente, apoyados en tecnología genética y cuidados personalizados.
